Entre este jueves 21 y el próximo domingo 24 de febrero se realizará en El Vaticano la inédita cumbre contra el abuso sexual de menores al interior de la Iglesia.
La reunión que tendrá la presencia de varios líderes católicos del mundo también contará con la participación de víctimas de abusos, entre los que se encuentra Juan Carlos Cruz, denunciante del ex sacerdote Fernando Karadima.
En la víspera de este encuentro el obispo Fernando Ramos, secretario general y representante de la Conferencia Episcopal de Chile, reflexionó sobre esta actividad e una entrevista con el sitio Iglesia.cl: "El año recién pasado nos ha permitido avanzar en la tarea de abordar en profundidad el problema de los abusos sexuales, esto ha posibilitado que exista el espacio para escuchar a las víctimas, entender lo que ellas han vivido, que es un dolor que afecta la vida completa de las personas", aseguró.
Sobre esto Ramos aseguró que los obispos han dado pasos en este proceso: "Hemos reconocido las falencias que se han cometido al interior de la iglesia al enfrentar este tipo de asuntos, hemos pedido perdón, porque realmente nadie tiene que vivir esto. Un delito de estas características es un hecho que marca a las personas, produce un daño enorme. Es aún más grave que el abuso sexual haya ocurrido en ambientes eclesiales, donde las personas deberían sentirse particularmente seguras".
El religioso sostuvo que la gran cantidad de casos que han salido a la luz en Chile les ha permitido encontrarse con la verdad y reconocer en lo que se ha fallado, para así poder avanzar en que exista justicia y colaborar acompañando a las víctimas para que intenten superar el trauma: "Es importante avanzar en el entendimiento de las relaciones abusivas, para que no vuelvan a ocurrir estos hechos, y para crear realmente ambiente sanos y seguros, de protección a los niños y jóvenes, tanto en el contexto eclesial como también en el resto de la sociedad chilena", dijo.
Ramos también aprovechó de valorar el encuentro que se realizará en El Vaticano y que tiene como principal impulsor al obispo de Malta Charles Scicluna, quien lideró el año pasado la investigación que ordenó el Papa Francisco para los casos denunciados en Chile.