Más de 10 estudiantes de Quintero debieron cerrar su año escolar por malestares físicos ligados a los episodios de contaminación de la zona.
Según consignó el medio La Estrella de Valpo, el estimado de un catastro realizado por los vecinos y dirigentes del lugar podría indicar que el número de afectados es mucho mayor.
Según Guillermina Allendes, su hijo de 16 años es una de las víctimas de la contaminación y se ha ido deteriorando producto de este cierre adelantado de su año escolar.
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El joven estudiaba hasta principios de este año en el Colegio Don Orione de Quintero, hasta que el año pasado comenzó con vómitos, mareos y adormecimiento en sus extremidades.
"Fuimos al médico de Quintero y le hicieron más de cinco exámenes, pero nunca nos dieron un diagnóstico y nos derivaron a medicina interna del Hospital Gustavo Fricke, pero aún no nos llaman", explicó.
Así como este joven, todos los afectados y sus familias aseguran que no han tenido un diagnóstico claro con respecto al estado de salud de los menores.
Según Aníbal Vivaceta, médico especialista en salud pública y profesor de la Escuela de Medicina UV, convivir en una zona contaminada puede conllevar efectos inmediatos y tardíos, por lo que es normal que afectados por la contaminación comiencen ahora a sentir malestares.
"Aquí hay un daño permanente y hay todo tipo de efectos, como por ejemplo, efectos de irritación de vía aérea y si queda con esa vía dañada, por la permanente agresión de contaminantes, quedará con secuelas que se presentarán más adelante, como daños en los órganos y cáncer", explica el especialista.