El ministro de Economía, Nicolás Grau, sufrió una trombosis pulmonar que lo obligó a tomarse un descanso, al menos hasta la próxima semana. El propio secretario de Estado comunicó que sufrió la afección y que deberá guardar reposo y seguir un tratamiento con anticoagulantes.
“Estoy reposando en la casa (es ambulatorio). El tratamiento es tomar anticoagulanbtes. Vuelvo a trabajar la próxima semana. Fue un susto no más”, aseguró Grau.
Si bien la trombosis pulmonar que sufrió el ministro fue, según explicó su propia cartera, “de bajo riesgo”, también hay casos en que podría ser más grave, es por eso que en T13 te explicamos qué es una trombosis pulmonar y cuáles son sus síntomas.
Qué es una trombosis pulmonar
Los doctores Albrecht Kramer y Francisco Valdés del Departamento de Enfermedades Cardiovasculares y División de Cirugía de la Universidad Católica explican que una trombosis pulmonar es una condición clínica seria y potencialmente fatal que complica la evolución hospitalaria de pacientes graves, pero ocasionalmente también afecta a pacientes ambulatorios y en buenas condiciones de salud, como sería el caso del ministro.
Específicamente, la trombosis pulmonar se produce cuando una o más arterias en los pulmones quedan obstruidas por un coágulo sanguíneo, y algunos de los síntomas podrían ser dificultad para respirar, dolor en el pecho y tos.
En Estados Unidos cerca de 200 mil personas mueren al año producto de una trombosis pulmonar, aunque la mayoría de las veces se debe a enfermedades terminales.
Según los especialistas, los factores que predisponen a una trombosis venosa profunda son alteraciones de la coagulación, daño de la pared vascular y estasis venoso.
Algunos de los factores que podrían influir para sufrir esta afección, y que son catalogados como factores de riesgo por Kramer y Valdés son el postoperatorio y traumatismo quirúrgico, la edad, alguna enfermedad maligna, inmovilización, insuficiencia cardíaca, un tromboembolismo venoso previo, tener várices, obesidad, un embarazo, o contraceptivos orales.
Algunos de los signos clínicos para identificar una embolía pulmonar son:
- Dificultad para respirar
- Dolor torácico de tipo pleurítico (dolor en el pecho)
- Hemoptisis (expulsar sangre al toser)
- Desmayos o pérdida de la conciencia
- Aprehensión y ansiedad
- Alteraciones de la conciencia
