María Ercira Contreras, de 86 años, lleva más de siete meses desaparecida luego de haber ido a comer a un restaurante en Limache para celebrar el Día de la Madre junto su familia. 

El 17 de septiembre, el Juzgado de Garantía de Limache autorizó revisar por 60 días las líneas telefónicas de las 13 personas que el pasado 12 de mayo participaron del almuerzo en el Fundo Las Tórtolas.

De todas maneras, el fiscal Guillermo Sánchez aseguró que esto es parte del protocolo en casos de desapariciones y que por el momento, no hay antecedentes que acrediten la participación de terceras personas.

Caso María Ercira: Qué concluyó la PDI tras las pesquisas

Según información de La Tercera, Maximiliano Hernández, uno de los hijos de María Ercira, mantuvo su teléfono apagado antes, durante y horas después de la desaparición de su madre.

El informe policial asegura que “esta situación suscita diversas hipótesis, como un posible cese voluntario del uso de la línea, problemas técnicos en el dispositivo, desconexión de la red celular o la inserción de otra SIM card. Es esencial un análisis más detallado para entender las causas de esta inactividad de alrededor de 37 horas”. Desde la familia indicaron que Hernández suele apagar su teléfono durante los días domingos.

Por otra parte, Rodrigo Cortez, pareja de una de las nietas de la adulta mayor, también mantuvo apagado su celular durante 15 horas. “Resulta especialmente relevante porque coincide con una interrupción similar en la línea telefónica de Maximiliano Hernández, hijo de la víctima, quien también presentó una ausencia de actividad desde el 11 de mayo hasta las 23:26 horas del 12 de mayo”, dice el informe.

La línea telefónica de Mónica Kleinert, administradora del fundo de Limache que pertenece a su madre, también fue intervenida desde el 1 de mayo hasta el 2 de julio, fecha cuando partió a Estados Unidos.

El reporte dice que “el 12 de mayo su línea muestra actividad constante en Limache. Se registraron 42 llamadas en total, incluidas comunicaciones destacadas: dos llamadas con Roberto Cantillana (contacto y amigo de Maximiliano Hernández) y varias llamadas al portero Jacinto Ayala y al sistema de apertura del portón del fundo. Esta actividad indica un flujo elevado de comunicaciones dentro del lugar hasta las 23:51 horas, reflejando consistencia con lo declarado”.

El teléfono de Ayala –cuidador y además residente del fundo- también fue pesquisado y se concluyó que “el sujeto muestra una actividad consistente en el área del Fundo Las Tórtolas, donde el dispositivo fue ubicado durante el día y momento de los hechos a través de estaciones de base cercanas”.

Además, el informe señala que Ayala mantuvo contacto con un teléfono el 6 de junio, quien a su vez contactó a otro número el 3 de agosto, por lo que los detectives enfatizan en investigar la identidad del titular del último número.

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