El ministro en visita Alejandro Madrid resolvió que el ex fiscal militar condenado por crímenes de lesa humanidad Fernando Torres Silva dejará de estar en prisión y cumplirá el resto de su pena en arresto domiciliario. El juez argumentó su decisión por razones “humanitarias”.
Torres Silva estaba en el Cumplimiento Penitenciario Especial Punta Peuco desde 2015, cuando fue condenado a diez años de prisión por el crimen del ex químico de la DINA Eugenio Berríos, cuyo cuerpo fue encontrado en 1995, pero se presume que fue asesinado en 1993 en Uruguay.
Según publica La Tercera, Madrid determinó que el ex fiscal militar podrá sustituir “el saldo de la pena privativa de libertad a la que fue condenado (...) bajo los debidos resguardos de Gendarmería de Chile, en su domicilio particular de Vitacura".
Torres Silva padece un cáncer a la próstata que le ha derivado complicaciones óseas y hematológicas, que lo tienen en estado terminal y sujeto solo a cuidados paliativos.
El ex fiscal militar fue uno de los oficiales del Ejército designado para participar en los “Consejos de Guerra” instaurados inmediatamente después del golpe de Estado.
Durante la dictadura se desempeñó como fiscal militar y fue acusado de ser encubridor de torturas en su fiscalía por parte de agentes de la CNI.
En el 2000, fue procesado como encubridor del homicidio del sindicalista Tucapel Jiménez, que ocurrió el 25 de febrero de 1982.