Diez personas fueron detenidas por la extracción artesanal de THC, el componente psicoactivo de la marihuana.

Los sujetos intercambiaban información a través de redes sociales y además, publicaban tutoriales explicando cómo sacar el THC con prensa y calor.

Tras meses de investigación, la Policía de Investigaciones allanó doce inmuebles en tres comunas de la Región Metropolitana, donde encontraron laboratorios clandestinos.

Además, según el prefecto de la Bicrim Estación Central-Cerrillos, Víctor Velásquez, locales comerciales conocidos como grow shop “estaban siendo utilizados como fachada para la producción y distribución de THC, dispuesto en vaporizadores principalmente”.

En esta misma línea, se encontró un laboratorio de hongos alucinógenos “que se estaban cultivando por una pareja en Quinta Normal”, detalló Esteban Silva, de la Fiscalía Centro Oriente.

Venta de THC

Los vaporizadores además de estar cargados y venderse listos para su consumo, portaban otras sustancias químicas “que permiten darle algún sabor u olor en específico a este producto que se está vaporizando, por lo tanto, cuando se consume genera ese vapor, ese olor que no es característico del consumo de cannabis”, aseguró el Comisario Gonzalo Santander, brigada de sustancias químicas PDI.

Con la extracción de THC, el consumo es más concentrado y la droga es más adictiva.

“Los daños que genera el consumo en exceso a largo plazo son alucinaciones, paranoia, crisis de pánico”, agregó el comisario.

Aparte del THC, había otras sustancias químicas, que según el comisario Santander “no están diseñadas para poder ser absorbidas por los pulmones, por lo tanto, generan un daño pulmonar severo”.

De los diez detenidos, siete quedaron en prisión preventiva por tráfico, porte ilegal de armas y elaboración de drogas.

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