La escuela de Colico Alto, en la comuna de Santa Juana, región del Biobío, tiene alrededor de siete décadas, período en que ha sido el único recinto educacional para las niñas y niños de este sector rural.
Sin embargo, producto de los incendios ocurridos en la zona centro-sur del país y que afectaron principalmente a Santa Juana, el recinto quedó destruido, dejando a los menores sin posibilidad de adquirir nuevos conocimientos.
En ese contexto, Banco de Chile anunció en marzo pasado que aportaría los recursos necesarios para reconstruir el inmueble siniestrado, en acción con Desafío Levantemos Chile, compromiso que hoy se hace realidad.
Desde ese mismo minuto se comenzó a trabajar en el diseño arquitectónico de la nueva escuela, luego en su validación por parte del Ministerio de Educación y finalmente en la adjudicación de las obras.
Superadas todas estas etapas, el anuncio toma forma y se materializó con la colocación de la primera piedra del que será el nuevo y moderno centro educacional.
La emotiva ceremonia contó con la participación de la alcaldesa de Santa Juana, Ana Albornoz; el gerente general y el gerente de la División Personas y Organización de Banco de Chile, Eduardo Ebensperger y Cristián Lagos, respectivamente; el presidente del Directorio de Desafío Levantemos Chile, Cristián Goldberg; el director, profesores y alumnos de la escuela de Colico Alto. Estos últimos realizaron una presentación artística durante la actividad, que también contó con la presencia de padres y apoderados.
Ana Albornoz, alcaldesa de Santa Juana, comentó que “la primera piedra es el inicio del sueño de los niños y niñas de la escuela Colico Alto, ellos son los más felices. Además, es un símbolo de esperanza para todo Santa Juana, de que nos estamos levantando”.
El proyecto contempla altos estándares de construcción, accesibilidad y aislación térmica. Así, los actuales alumnos y las nuevas generaciones de santajuaninos contarán con un mejor entorno y más oportunidades. Por lo mismo, la ceremonia de la primera piedra tuvo un simbolismo especial. Con paladas de tierra de autoridades y de la propia comunidad se enterró una caja de madera con dibujos realizados por los alumnos, en los cuales plasmaron cómo sueñan su futuro y el de Santa Juana.
El gerente general de Banco de Chile, Eduardo Ebensperger, afirmó que “creemos fielmente que la educación es un vehículo para el desarrollo de las personas, por ello estamos verdaderamente contentos de estar presentes en este hito que simboliza el inicio de la tan ansiada reconstrucción de esta escuela consumida por los incendios forestales de este verano. Ahora viene el proceso de construcción, que monitorearemos día a día para darles la tranquilidad a los vecinos del sector, de que tendrán un nuevo y mejor colegio para sus niños”.
El presidente del Directorio de Desafío Levantemos Chile, Cristián Goldberg, destacó que “estamos felices de dar el puntapié inicial a la construcción de esta escuela en Santa Juana junto a nuestros grandes aliados de Banco de Chile, quienes han estado con nosotros desde el inicio de esta emergencia y han decidido comprometerse con la comunidad escolar. Cuando existen voluntades, podemos lograr grandes cosas. Y qué mejor que entregar un espacio del más alto estándar que apoye el desarrollo del aprendizaje de los estudiantes que hoy tanto lo necesitan”.
La nueva escuela contará con 553 metros cuadrados de construcción, divididos en cuatro salas, un comedor, bodegas, cocina, baños, oficina de la dirección, aula de profesores, pasillos techados, una multicancha y un sector de párvulos con patio cerrado. El diseño contempla ventanales con termopanel para brindar aislación y una gran fuente de luz natural.
El director de la escuela de Colico Alto, Mario Vallejos, indicó que “total agradecimiento por este aporte que se realiza a la educación. Hace tan poco que ocurrieron los incendios forestales y ya estamos en el hito de la primera piedra de nuestro futuro establecimiento. Es algo que da mucha esperanza, alegría y también dignidad para todas las personas que sufrimos con esta tragedia”.
La escuela recibe a niños y niñas entre prekínder y 6º Básico. Su comunidad educativa la integran, además, un equipo docente compuesto por ocho profesionales, asistentes de la educación y apoderados del establecimiento. Actualmente, las clases se llevan a cabo en un lugar provisorio que fue especialmente reacondicionado al inicio del año escolar.