"El Emilio era un niño súper tierno, tenía un ángel súper especial, siempre me decían: 'Que es lindo tu hijo'. Era el compañero de viajes, de vida".

Así recordó Lorena Navarrete a su hijo, el primer fallecido en Chile por PIMS, una enfermedad derivada del COVID-19 que afecta a niños, niñas y adolescentes que han estado infectados o expuestos al virus (a través de un contacto estrecho) y que causa la inflamación de distintos órganos.

En conversación con Teletrece, la mujer señaló que luego de que los exámenes de su hijo dieran negativo al nuevo coronavirus, se estudió como un caso de alergia aunque los especialistas no sabían a qué. Emilio comenzó sintiendo cansancio, luego dolores en las piernas, fiebre vómitos y ronchas en su cuerpo.

"Yo siento que el Emilio llegó tarde a las manos de los profesionales de la UCI y que la pelota quedó tirada, como se dice en buen chileno, en la urgencia. Yo no quedé tranquila con el diagnóstico", dijo Navarrete.

La madre del menor intentó llevar a su hijo a una clínica privada. Sin embargo, al momento de internarlo le pidieron $5 millones, dinero que no tenía, por lo que no pudo acceder al sistema. Tras el intento fallido, la mujer volvió al hospital con su hijo, quien pudo ser atendido luego de siete horas de espera.

"Él ingresa a la pediatría ambulatoria y fue una despedida muy extraña, estaba muy cansado, no sé si escuchó lo que le dije o no", expresó la mujer sobre las últimas palabras que pudo decirle a su hijo con él estando consciente.

“Ahora, entendiendo como es el proceso y conversándolo con otros especialistas, el médico debería haber sospechado de un PIMS porque tenía los exámenes básicos, endograma, grases arteriales, que ya te hablan de un proceso inflamatorio en el cuerpo. Si él hubiese tenido conocimientos del PIMS y hubiese visto que el Emilio estaba con manchas, con vómitos, ya debería haber sospechado de un PIMS y haber pedido el ingreso del Emilio a la UCI”, agregó Navarrete.

Publicidad