Un perro murió debido al miedo que le causó el ruido provocado por las explosiones de los fuegos artificiales de Año Nuevo en Puerto Varas, Región de Los Lagos.
El lamentable deceso ocurrió el 1 de enero en la población Brisas de Puerto Varas donde vivía el can de nombre "Hans".
Según el Club de Emergencias de la Décima Región, "Hans tuvo que ser abrazado mientras tiraban los artificios porque estaba desesperado, de pronto cayó y no se pudo hacer nada, habría sido un infarto fulminante".
De acuerdo con información de La Vanguardia, los perros escuchan los sonidos unas tres veces más altos que nosotros.
Por lo anterior, "mientras los humanos nacemos con la capacidad para escuchar sonidos de hasta 20.000 hertzios, los perros tienen un alcance auditivo que va de 10.000 a 50.000 hertzios, y pueden escuchar a una distancia cuatro veces superior a la que lo hacemos los humanos".
Los ruidos intensos generan trastornos auditivos en perros y gatos, lo que les puede llegar a ocasionar taquicardia, falta de aire, náuseas y hasta pérdida de control. Muchos suelen estresarse y escapar de casa al sentir que se encuentran en peligro.