"Iquique es una zona de inmigrantes que nos recuerda el esfuerzo de hombres y mujeres que ante la adversidad no se dan por vencidos y se abren paso buscando vida", estas fueron parte de las palabras de la homilía del Papa Francisco que estuvo centrada en el acercamiento de los inmigrantes, durante la misa en el Campus Lobito en Iquique, la última que ofició en el país, y que estuvo marcada por la baja asistencia de fieles y peregrinos.
Además agregó que "estemos atentos a los que se aprovechan de la irregularidad de muchos inmigrantes porque no conocen el idioma o no tienen los papeles en 'regla'. Estemos atentos a la falta de techo, tierra y trabajo de tantas familias. Y como María digamos no tienen vino".
En sus palabras el Papa indicó también que "no nos privemos de todo lo bueno que tienen para aportar, después dejemos que Jesús termine el milagro, transformando nuestros corazones en signo vivo porque hemos experimentado que Dios está con nosotros. Alegría y fiesta contagiosa que nos lleva a no dejar a nadie fuera del anuncio de esta buena nueva".
En la eucaristía el Pontífice coronó a la Virgen de La Tirana, que fue trasladada especialmente hasta Iquique para la ocasión, donde llamó a estar "atentos frente a la precarización del trabajo que destruye hogares. Estemos atentos a la falta de techo, tierra y trabajo de tanta familia, y como María digamos, no tienen vino Señor. Como los servidores de la fiesta aportemos lo que tengamos por poco que parezca, no tengamos miedo de dar una mano y que nuestra solidaridad sean parte del baile o la canción que hoy podamos entonarle a nuestro Señor".