A través de un comunicado, el Vaticano dio a conocer la decisión de quitar el estado clerical a los obispos eméritos de La Serena e Iquique, Francisco Cox y Marco Antonio Órdenes, respectivamente.
Según la información entregada por la santa sede, a ambos sacerdotes se les aplicó el artículo 21 2, 2° del motu proprio “Sacramentorum Sanctitatis Tutela”, como consecuencia de actos manifiestos de abusos sexuales a menores de edad.
Junto con esto, el Papa Francisco informó en el mismo comunicado que ésta decisión “no admite recurso”, por lo que sería irreversible.
La Congregación para la Doctrina de la Fe lo ha notificado ya a los interesados, a través de sus respectivos superiores, en sus respectivas residencias.
Francisco José Cox Huneeus continuará formando parte del Instituto de los Padres de Schoenstatt.
Sin embargo, el derecho canónico consagra que, tras la dimisión del estado clerical, ninguno de los dos obispos eméritos podrá ejercer algunos de los sacramentos, incluyendo el oficio de la misa.
Asimismo autoridades del Instituto Secular Padres Schoenstatt publicaron una declaración sobre la acción de la Santa Sede, expresando "mucha vergüenza" por el "daño ocasionado a las víctimas".
"Apoyamos irrestrictamente esta decisión en justicia y verdad, por el bien de toda la Iglesia. Reafirmamos nuestra firme disposición a colaborar con la justicia ordinaria en todo lo que sea pertinente", dice una parte de la declaración.
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