La Organización de las Naciones Unidas (ONU), a través de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y el alto comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), Eduardo Stein, manifestaron su “profunda preocupación” por los hechos de violencia ocurridos contra migrantes en el norte de Chile, en particular en Iquique.
Desde Naciones Unidas hicieron un llamado a las autoridades a acompañar a las comunidades fronterizas que son las que abren sus puertas a los migrantes, y a no discriminar ni violentar por hechos de violencia aislados cometidos por extranjeros.
“Ante los últimos acontecimientos ocurridos en Iquique, en la frontera norte de Chile, quisiera manifestar mi más profunda preocupación, ya que estos actos de violencia van en menoscabo de los derechos humanos y deben condenarse categóricamente”, dijo Stein a través de un escrito.
“Ninguna persona merece ser discriminada. Construir una cultura de paz que promueva la coexistencia y el respeto por la diversidad es tarea de todos y todas quienes componen una comunidad”, añadió.
Durante las últimas semanas, hubo distintos tipos de manifestaciones en Iquique y el resto de la región de Tarapacá en contra de actos de violencia, y en particular contra lo que llamaron “la migración ilegal”.
“Es importante que las autoridades y los líderes de opinión promuevan el respeto por la diversidad, al tiempo que constituyen un apoyo tanto a las personas en movilidad como a las comunidades que generosamente las reciben”, recomendó el representante de la ONU.
“La inclusión comienza a nivel comunitario, particularmente en zonas fronterizas y de primera acogida. Son estas comunidades quienes han abierto sus puertas de manera incondicional para apoyar a los caminantes que llegan en situación de extrema vulnerabilidad. Debemos reconocer estos esfuerzos y no dejar solas a estas comunidades, fortaleciendo, en primera instancia los servicios básicos que benefician tanto a la población local como a las personas refugiadas y migrantes”, agregó.
“A su vez, las personas refugiadas y migrantes de Venezuela tienen la obligación de respetar las leyes y reglamentos de los países en que se encuentran. Sin embargo, hechos aislados -que no representan a la comunidad- no deben ser utilizados para incitar a la discriminación ni a la violencia”, siguió el representante de la ONU.
Las autoridades locales han denunciado un abandono por parte del estado en esta crisis migratoria, mientras que el gobierno, en los últimos días, anunció un nuevo plan para reordenar la frontera norte del país.