A dos días de que un tornado provocara daños a más de 400 casas y afectara al suministro de energía eléctrica en diversos puntos de la ciudad de Los Ángeles, Región del Biobío, se siguen conociendo historias.
Y es que los vientos y las lluoicos.
Pues para muchos de los ciudadanos, el paso de la tromba por Concepción y el tornado en Los Ángeles fue un hecho inédito y del cual no tenían referencias sobre cómo reaccionar.
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Por lo mismo, se conoció la historia de una profesora que realizaba clases de pintura a un grupo de niños justo cuando se registró el tornado que afectó la ciudad de Los Ángeles.
La mujer, por instinto, decidió proteger a los niños y los abrazó. De igual manera, le dio la espalda al tornado, para así evitar que los niños -de entre 10 y 16 años- fueran dañados por el evento.
Esto le provocó una fractura en la espalda, lo que motivó su traslado a un recinto de salud para atenderla lesión. Sin embargo, su acto impidió que los menores de edad resultaran dañados; de hecho, están a salvo.
La profesora relató a T13 que notó algo extraño durante la tarde del jueves, pues "uno no está acostumbrado a esos ruidos".
"Cuando los niños se asustaron, yo los abracé y en eso vino como si hubiese sido una explosión que me expulsó... y de ahí nos vimos con el techo y las paredes encima", señaló la mujer al momento de abordar cuando el tornado pasó por el lugar donde estaba.
