¿Cuánta ropa tienes? ¿Cuántas prendas te compras al año? ¿Qué haces con la ropa que se te daña? Probablemente, no tengas idea de la cantidad exacta que tengas, pero hay algo que tenemos que reconocer: Los chilenos somos los mayores consumidores de la industria textil de Latinoamérica.
La ministra del Medio Ambiente, Maisa Rojas, indicó que “Chile es uno de los países que más ropa consume por persona y se estima que en los últimos años la compra de vestuario ha aumentado explosivamente, pasando de 13 prendas en promedio en 2015, a 50 en el 2020”.
“Además, de los 436,1 kg de residuos sólidos urbanos producidos por cada habitante durante 2018, alrededor del 7% corresponde a textiles, alcanzando las 572.118,9 toneladas anuales de residuos textiles”, agregó.
Por lo anterior, desde el ministerio hicieron una encuesta para medir en cifras nuestros hábitos de compra y uso de la ropa, en la que participaron 2.243 personas, 1.684 de género femenino (75%), 514 masculino (23%), 14 (1%) no binario y 29 (1%) no especificaron.
A modo de ejemplo, en el ítem de cuántas poleras, camisas, polerones y vestidos tienen, 195 personas encuestadas (9%) respondieron que poseen más de 50 prendas de esta categoría, 295 (13%) poseen entre 31 y 50 prendas, 544 (24%) poseen entre 21 y 30 prendas, 788 (35%) poseen entre 11 y 20 prendas, 404 (18%) poseen hasta 10 prendas, 4 (1%) no poseen ninguna y 13 no saben cuántas prendas de esta categoría poseen actualmente.
Del total de sondeados, un 70% afirmó que su método para comprar productos textiles son las tiendas físicas, mientras que el 30% restante dijo que prefiere la venta online, ya sea Marketplace, e-commerce, etc.
En esta línea, en la encuesta del Ministerio del Medio Ambiente hicieron una pregunta fundamental, ¿Cuántas prendas de vestir compraste este último año?
Del total de 2.243 participantes, 12 personas (0,53%) afirma que compró más de 50 prendas, 43 personas entre 31 y 50 prendas (1,92%), 120 personas (5,35%) entre 21 a 30 prendas, 449 personas (20,02%) entre 11 a 20 prendas, 1.416 personas (63,13%) compró hasta 10 prendas durante dicho período y 203 personas (9,05%) no compró ninguna prenda durante dicho período.
Por estos datos, un 27,82% de los chilenos y chilenas encuestadas compran más de 10 prendas de ropa al año.
A la hora de elegir materiales con los que esté fabricada la ropa, 1.488 personas (66%) prefieren las fibras naturales (algodón, lana, cáñamo), 628 personas (28%) señalan que es irrelevante, 50 personas (2%) prefieren las fibras artificiales, 44 personas (2%) los biomateriales y 33 personas (1%) prefiere las fibras sintéticas a la hora de elegir sus productos textiles.
La ropa en la Ley REP
En los últimos años el mundo se ha impactado al ver un nuevo componente de los desiertos del norte de Chile: Toneladas de ropa se acumulan en las planicies del norte, esa que nadie se atreve a remendar o que simplemente pasó de moda.
“De acuerdo a cifras de la CEPAL, somos el cuarto país del mundo que importa más textiles usados. Sólo en el año 2021 se importaron 156 mil toneladas de ropa usada o sin usar, de las cuales cerca del 60% terminó en vertederos ilegales y en el desierto de Atacama. En las afueras de Alto Hospicio se acumulan enormes extensiones de ropa descartada, que ingresa a Chile a través del puerto de Iquique pero nunca llega a las tiendas, sino que va a engrosar esos gigantescos vertederos ilegales”, dijo Sonia Reyes, Seremi del Medio Ambiente RM en una columna de opinión en agosto de este año.
Desde el 17 de mayo de 2016 que en Chile entró en vigencia la Ley de Reciclaje y Responsabilidad Extendida del Productor (REP), la que el actual gobierno espera reforzar con la elaboración de una “Estrategia de Economía Circular para Textiles”.
“En el último tiempo ha quedado en evidencia las consecuencias que está teniendo para el país el sobreconsumo de textiles y la mala gestión de los residuos que estos generan, por lo que se hace indispensable avanzar en regulación que permita prevenir la contaminación de residuos textiles, así como fomentar su reutilización y valorización. Esta es la razón por la cual se ha decidido incorporarlos como un nuevo producto prioritario”, manifestó la ministra Rojas.
En este sentido, sostuvo que “que los textiles sean parte de la REP significa que, una vez que finalice la fase de estudio y levantamiento de información en que nos encontramos, el Ministerio del Medio Ambiente deberá iniciar un proceso para la elaboración de un Decreto de Metas y Obligaciones Asociadas para este producto prioritario”.
“A través de este Decreto, se establecerán las metas específicas que deberán cumplir los que producen o importan textiles a Chile, a través de los sistemas de gestión que constituyan, al igual que sucede para los otros productos prioritarios”, añadió.
A través de un comunicado, desde la cartera recordaron que en 2022 desarrollaron un estudio en que evaluaron diez productos que se consideran prioritarios para ingresar a la Ley REP, entre los que se encontraban los textiles, medicamentos, productos fitosanitarios agrícolas, vehículos, muebles, equipos de pesca y acuicultura, cigarros, entre otros.
La jefa de la cartera del Medio Ambiente manifestó que “la Ley REP establece que los productores son aquellos que deberán ser responsables de la organización y financiamiento de la gestión de residuos de productos definidos como prioritarios. En este sentido, la ley establece como productor a toda empresa que comercializa por primera vez en el mercado nacional un producto prioritario o que lo importa para darle un uso profesional”.
“Es importante también señalar que, con el fin de dar cumplimiento a las metas de recolección y valorización, no solo entrega responsabilidades y obligaciones a los productores, sino que, a todos los actores de la cadena, incluyendo, por ejemplo, a los comercializadores, consumidores y gestores de residuos”, agregó.
Para concluir, la ministra Roja dijo que “al igual que con los demás productos prioritarios, se espera que la regulación incentive la innovación en el sector, promueva el ecodiseño de los productos textiles, fomente la reutilización y reparación, así como el desarrollo de plantas de valorización y reciclaje de estos residuos, fortaleciendo la industria del reciclaje textil y aportando también a la creación de nuevos empleos verdes”.