Este jueves, se dio a conocer el vuelco del caso de un comerciante que recibió un impacto de bala en su cabeza cuando llegaba a su lugar de trabajo en Concepción, región del Biobío.
El hecho ocurrió el pasado 19 de julio, cuando el hombre descendió de su vehículo y fue abordado por un desconocido. Tras un forcejeo, el sujeto le disparó en la cabeza a la víctima.
La Policía de Investigaciones (PDI) detuvo a los tres hijos de la víctima –de entre 18 a 25 años-, quienes habrían contratado a un sicario de nacionalidad colombiana para que matara a su padre.
El auto del disparo fue detenido en Talcahuano y habría delatado a los jóvenes.
Revelan palabras de comerciante a sicario
La Fiscalía del Biobío dio a conocer nuevos antecedentes del caso. Los hijos de la víctima le pagaron 3 millones de pesos al sicario, sin embargo, al quedar disconformes porque el ciudadano colombiano no asesinó al comerciante, decidieron reducir el pago a la mitad, lo que generó conflictos entre ellos.
Además, la Fiscalía indicó que el arma y las balas fueron proporcionadas por los hijos de la víctima.
Por otra parte, el comerciante habría dicho al sicario “no lo haga ‘mijo’”, luego de que los dos primeros gatillazos fueran fallidos. Finalmente, el tercer tiro impactó en la cabeza del comerciante.
En las últimas semanas, la víctima de 51 años presentó una leve mejoría: se encuentra fuera de riesgo vital, pero sigue grave.
La hermana de la víctima declaró que los jóvenes siguieron visitando a su padre en el hospital, con el fin de pasar desapercibidos y ocultando la situación.
Tras la formalización, el Juzgado de Garantía de Concepción decidió decretar prisión preventiva para los tres hijos del comerciante y el sicario colombiano.
Los jóvenes fueron formalizados por parricidio en grado frustrado, mientras que el ciudadano colombiano, por homicidio calificado, en grado frustrado.