"Esto no fue un error humano, fue un error grave. Esto pudo haber tenido consecuencias gravísimas".
Quien habla es Carolina Morales, madre de un niño de 8 años quien resultó intoxicado luego de que en una farmacia les vendieran un antidepresivo en lugar de un antihistamínico.
Todo ocurrió en el pasado 25 de septiembre en la sucursal de la cadena Salcobrand de Martín de Zamora, en Las Condes. Fue ahí que Abel Benítez, padre del menor, fue a comprar los medicamentos que le había recetado el otorrino para la alergia su hijo: Rinoval (spray nasal) y Bilidren de 20 mg, el que debía tomar una vez al día.
La receta quedó retenida y ellos confiaron en el servicio de la farmacia. Sin embargo, el vendedor les había entregado una caja de Brintellix, también de 20 mg, pero que -como conocerían más tarde- corresponde a un medicamento para cuadros depresivos y de ansiedad.
Esta boleta permite verificar la entrega del medicamento Brintellix (el nombre del vendedor fue borrado por este medio).
Luego de tres días -este martes en la mañana- el hijo de Carolina y Abel presentó mucha picazón, tenía fiebre, la boca adormecida y no tenía ganas de comer.
¿No será el medicamento? Pensó Carolina, quien comenzó a revisar la caja del medicamento y las especificaciones.
"Cuando veo que era un antidepresivo, casi me da un ataque. Tuve la suerte de comunicarme con un psiquiatra, y él me dijo que podría ser que tenga vómito, diarrea, que pierda el equilibrio", recuerda.
Ante la indicación del médico empezaron la hidratación al menor, quien estuvo decaído y producto de la picazón terminó con heridas en el cuerpo.
En medio de la desesperación por lo ocurrido, Abel acudió a la farmacia, donde el químico farmacéutico le pidió disculpas y atribuyó lo ocurrido a un error humano. Desde la cadena confirmaron esta versión a T13.cl, pero declinaron referirse de manera pública al caso.
Sin embargo, para los padres del niño no es suficiente. "Tu vas con una receta de un especialista, se la entregas a una persona que se supone sabe de medicamentos. Yo ahora, porque tuve la experiencia, me voy a volver a fijar cuando me entreguen un medicamento", dice Carolina.
La madre del menor aunque admite que para alguien que no es entendido en el tema los nombres de los medicamentos pueden sonar parecidos -Bilidren y Brintellix- "tampoco es que sean casi iguales. Y aunque fuera así, me imagino que un antidepresivo no está al lado de un antihistamiínico".
Y agrega: "Además, acá se está despachando un antidepresivo, siendo que en la receta sale que es un niño de 8 años y el especialista es un otorrino".
Finalmente, Carolina señala que no descartan acciones legales contra la cadena de farmacias: "podrían haber matado a mi hijo, y eso no es un error humano".