En medio de una pelea entre bandas rivales en la comuna de Recoleta, región Metropolitana, una niña de 12 años que pedía dulces por Halloween resultó baleada en dos ocasiones: Se encuentra hospitalizada con riesgo vital.

Los hechos ocurrieron en horas de la noche del jueves 31 de octubre, cuando la víctima pedía dulces junto a sus familiares en la calle. Por motivos que se investigan, se inició en dicho momento una balacera entre dos bandas rivales en el sector, resultando tres personas lesionadas por los disparos.

El teniente Patricio Navarrete Silva, oficial de Ronda de la Prefectura Norte, detalló que “dos bandas rivales se movilizaban en vehículo, posteriormente descendieron de estos y efectuaron disparos a una distancia de aproximadamente unos 50 metros”.

Respecto a la menor, dijo “su padre se encontraba al interior de la casa y por la fecha en que nos encontramos, Halloween, ella se encontraba al exterior, recolectando dulces en esta fecha". 

Las otras dos personas son hombres adultos -uno de ellos con riesgo vital- y están siendo atendidos en el SAPU Zapadores en la comuna de Recoleta.

Balacera en noche de Halloween en Recoleta

El padre de la víctima, Sergio, dijo a T13 “estaba mi hija afuera de la casa con unos primos, aparecieron unos autos de los que bajó gente, por lo que mi primo me contó, y se empezaron a agarrar a balazos de la nada, nadie sabe por qué fue”. 

“Mi hija quedó con mi primo en medio de esta balacera, mi primo intentó cubrir a mi hija, y una vez que pudimos ingresar a la casa nos dimos cuenta de que tenía una entrada y salida de proyectil balístico”, agregó.

Sergio relató que gracias a la ayuda de un vecino pudieron trasladar a la menor lesionada hasta el hospital, donde “la sedaron para operar y se dieron cuenta de un segundo impacto balístico en la pelvis y le salió a la altura de la columna”.

Desde el recinto hospitalario le aseguraron que la niña está estable dentro de su gravedad.

“Me siento más que impotente, esto es algo que no había pasado por aquí. No vino la balacera a la casa de nosotros, fue un caso fortuito. La mala suerte fue que estaba justo mi hija con mi primo, buena suerte porque a los otros niños (que pedían dulces por Halloween) no les pasó nada”, concluyó Sergio.

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