El monumento nacional Palacio Cousiño, histórico edificio construido a finales del siglo XIX en Santiago centro, reabre sus puertas después de siete años de trabajos de restauración.
El edificio, diseñado por el arquitecto francés Paul Lathoud, el mismo a cargo del Museo Nacional de Historia Natural y de la primera etapa del Cementerio Católico de Santiago, entre otras obras, sufrió daños durante el terremoto de 2010 lo que obligó a cerrarlo al público.
El palacio volverá a funcionar como museo a partir de este domingo 28 de mayo, Día del Patrimonio, y estará abierto de martes a viernes de 9.30 a 13.30 horas y de 14.30 a 17.00 horas, mientras que los sábado, domingo y festivos el horario será de 9.30 a 13.30 horas.
La entrada general tiene un valor de $3.000, mientras que los niños y adultos mayores pagan $800. Durante el Día del Patrimonio el acceso al Palacio Cousiño será gratuito y habrá recorridos entre las 10 y las 15 horas.
Restauración del palacio
El palacio fue construido entre 1870 y 1878 como residencia de Isidora Goyenechea, viuda del empresario, Luis Cousiño, y dueña con su familia de la mina de carbón de Lota, la mina de plata de Chañarcillo y la viña Cousiño-Macul.
Los trabajos de restauración incluyeron las fachadas y techos de las cuatro edificaciones del conjunto Palacio Cousiño (palacio, servicios, administración y guardia); la habilitación de la antigua cava de vinos como sala de exposiciones y auditorio; la recuperación de la cubierta acristalada del invernadero; el mejoramiento de instalaciones de calefacción, renovación de la iluminación de la pinacoteca e instalación de cámaras de vigilancia.
También se restauraron bienes muebles, como cuatro óleos del pintor francés Auguste Raymond Quinsac de Monvoisin, retapizado del mobiliario del salón de recibo, dorado y boudoir del segundo piso, además del tapizado de los muros de los pasillos y de un dormitorio.
También se mejoraron los cierres exteriores del Palacio y repuso la reja sur; adicionalmente se recuperaron servicios anexos al edificio principal y se construyeron baños para el público. Por último, se adquirieron diversos accesorios como purificadores de aire y salvaescaleras para facilitar el acceso a las personas en sillas de rueda.
El alcalde de Santiago, Felipe Alessandri, hizo un llamado a “cuidar el patrimonio. Esta es una deuda que teníamos como Municipalidad y logramos volver a entregarlo a Santiago, a sus habitantes y a Chile. Palacios como este ya no quedan y es un orgullo poder devolvérselo a la comunidad abriéndolo nuevamente”.