La Fiscalía del Biobío informó, este martes, que se descartó la hipótesis de que la muerte del pequeño Tomás Bravo, quien estuvo desaparecido varios días antes de ser encontrado muerto en la provincia de Arauco, haya sido accidental.
“De esta manera, la indagatoria se concentra, desde ahora, únicamente en la línea investigativa de que su fallecimiento ocurrió por la intervención de terceras personas”, aseguraron desde el Ministerio Público, a través de un comunicado.
La fiscal Marcela Cartagena, quien lleva el caso, se reunió este martes con los padres del menor y también con los abogados de ambos para comunicarles los avances de la investigación sobre la desaparición y muerte del niño hace ya seis meses.
La fiscalía informó que hay evidencia científica que asegura que el niño no murió accidentalmente y que sí hubo intervención de terceras personas.
Desde el órgano persecutor no entregaron detalles de los avances en la investigación, y pidieron a la familia no hacerlo tampoco para asegurar el éxito de la investigación.
Tras el hallazgo de su cuerpo, el tío abuelo del menor, Jorge Escobar, fue el único detenido y formalizado por la desaparición del niño, aunque el tribunal determinó que no habían pruebas para relacionarlo con el crimen, por lo que quedó en libertad.