La muerte de una mujer de 22 años con 18 semanas de embarazo, a quien se le habría aplicado la ley de aborto en tres causales de forma tardía, genera polémica por la forma en que se está interpretando y aplicando la normativa en los centros asistenciales.

La joven, llegó hasta el Hospital de Curicó con riesgo obstétrico, y pese a haber quedado internada en el centro asistencial, falleció 10 días después por un aborto séptico.

Según indicó al diario La Tercera el director del hospital, Jorge Canteros, se esperó para "llegar a un período de viabilidad del embarazo que nosotros estimamos al menos hasta 24 semanas", agregando que durante el tiempo en que la mujer estuvo hospitalizada se le informó a ella y a su pareja del riesgo.

El fallecimiento se produjo luego que se agravara el estado general de la joven, obligando a interrumpir el embarazo, cumpliendo así con la primera causal; riesgo de vida de la madre, lo que a juicio de la familia y organizaciones que la asesoran, se hizo demasiado tarde.

"Una muerte materna ocurrida en el país después de la vigencia de la ley nos alerta muchísimo. Es necesario que las autoridades den garantías plenas a las mujeres de que en todos los establecimientos de salud se está cumpliendo la ley y se están aplicando rigurosamente los protocolos dictados por el Ministerio de Salud", dijo al respecto la abogada de la Corporación Humanas que asesora a la familia.

El caso es investigaco por la fiscalía local, que tras la denuncia ya tomó las declaraciones correspondientes al equipo médico y a la familia, ordenando además la autopsia de la víctima y la incautación de la ficha médica.

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