Este lunes se confirmó el deceso de Julita Astaburuaga, a los 96 años de edad.
Familiares y amigos de la socialité chilena confirmaron que Astaburuaga murió luego de un cáncer de páncreas.
En 2015, Julita había dado una entrevista a Revista Caras, donde dijo ser una "enamorada de la vida".
En esa ocasión, Astaburuaga fue consultada qué veía cuando estaba frente a un espejo, a lo que respondió: "¡Una vieja de mierda! Me molesta mucho ser vieja, porque en mi interior no tengo la edad que tengo por fuera, entonces cuando me miro al espejo digo: ‘pucha, cómo he llegado hasta aquí’. Es raro, como no soy vieja de alma me choca esa persona que tengo al frente y que no tiene nada que ver conmigo", señaló.
Julita Astaburuaga nació el 19 de abril de 1919 y fue la segunda hija entre dos hermanos hombres del matrimonio de Jorge Astaburuaga Lyon y Helena Larraín Velasco.
Su familia, según el mismo perfil, pasó de la riqueza a la pobreza luego de la muerte de su abuelo. Sin embargo, ella y su familia nunca cambiaron su actitud positiva para enfrentar la vida.
Heredó el gusto por la elegancia de su madre y a los 27 años se casó con Fernando Maquieira, en ese entonces secretario de la embajada chilena ante las Naciones Unidas. Eso la llevó a tener una intensa vida social en el ámbito diplomático y político en Chile y el extranjero.
Vivió en varios países de Sudamérica y Europa antes de regresar al país en la década de los 70. En los años 80 se convertiría en directora de los Amigos del Teatro Municipal, lo que le dio visibilidad y la hizo figura recurrente en las revistas de papel couché.
Luego, los programas de televisión se fijaron en ella y su amiga Mary Rose McGill como las referentes chilenas en materias de protocolo y eventos sociales, dándoles la designación de "socialités".
Julita Astaburuaga tuvo dos hijos: Diego y Cristián. Este último es diplomático y fue embajador de Chile en Paraguay.
El diagnóstico de su enfermedad lo mantuvo en reserva hasta su deceso, y solo era conocido por su familia y personas más cercanas.