El uso de armas antidisturbios por parte de Carabineros ha estado bajo cuestionamientos durante el estallido social el Chile, tanto por la composición de los perdigones como por el alto número de personas que han resultado con traumas oculares producto del impacto por balines.
Respecto a esto último, el ministro de Salud, Jaime Mañalich, indicó en La Tercera que debido a estas lesiones "hemos tenido que comprar más insumos, vinculados principalmente a la atención quirúrgica. También hemos contratado horas extras, ambulancias y adquirido más medicamentos".
Asimismo, el titular de la cartera informó que la alerta sanitaria decretada el 14 de noviembre, fue prorrogada hasta este 31 de diciembre.
"Tenemos un poco más de 40 personas que tienen definitivamente pérdida de la visión de un ojo, ya sea porque perdieron el globo ocular o la visibilidad completa. Siguen llegando casos y hoy es evidente que hay personas en la calle, armadas por todos lados. Hay gente en las manifestaciones que usa escopetas de perdigones", añadió Mañalich.
Ante estos casos de traumas oculares, que no solo involucran el uso de perdigones sino también el lanzamiento de bombas lacrimógenas, el gobierno inició un Programa Integral de Reparación Ocular para quienes hayan resultado afectados por estas negligencias.
El ministro aclaró que el presupuesto del programa "no tiene límite", ya que "desde la Presidencia nos autorizaron todo el gasto que fuera necesario" y que hasta el momento consideraría cerca de $600 millones, es decir, entre $2 y $8 millones por cada caso.
Finalmente, el pasado 30 de noviembre, el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) entregó el último balance de personas heridas en sus ojos. Según la entidad, hasta esa fecha registraban 241 personas con heridas oculares, de las cuales 5 tienen una pérdida ocular y 161 un trauma ocular.