A dos semanas de iniciado el conflicto en Chiloé aún no existe acuerdo entre los pescadores de la zona y el Gobierno. Y quien ha llevado las conversaciones en el lugar es el ministro de Economía, Luis Felipe Céspedes, quien llegó el jueves a Puerto Montt para reunirse con los dirigentes de la zona. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos de ambas partes, el diálogo no ha dado frutos.
En conversación con El Mercurio, el ministro analizó el conflicto en la X Región y el rol del Gobierno en las negociaciones. "Hemos estado con toda la voluntad de diálogo y de llegar a acuerdo, entendiendo que tenemos parámetros para poder llevar adelantes las soluciones", dijo. Sobre el enfoque que tiene el Ejecutivo declara que "tenemos que enfrentar la situación de aquellas familias afectadas por la marea roja, que son quienes han visto disminuidos sus ingresos", aunque no esconde que "sabemos que hay otras demandas que han surgido, pero corresponden a una situación distinta".
Consultado sobre si existe una autocrítica por parte del Gobierno, Céspedes reconoce que "lo que lamento es no haber podido llegar a un acuerdo, que no hayamos tenido ese espacio para haber logrado encontrar un punto de encuentro".
Sobre la intensificación de protestas ocurridas en la zona, hace un llamado a moderar esta situación. "Nos parece importante disminuir la afectación de aquellas personas que están sufriendo las consecuencias de los bloqueos"
Por último, el secretario de Estado compara la evolución del movimiento que se ha levantado en Chiloé actualmente con las protestas en Aysen ocurridas en 2012: "En el caso de Aysen, fue en particular respecto de cuotas inicialmente en materia pesquera, y posteriormente se fue llevando adelante una serie de otras demandas por parte de distintos sectores sociales". Aunque marca una diferencia, "esto no es un problema de cuotas, sino de una afectación natural".
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