La encuesta, que mide entre otras cosas las condiciones de trabajo y el entorno del barrio de los encuestados, arrojó entre los resultados más destacados una disminución del 30% en el consumo y exposición al humo del tabaco desde la primera medición realizada el año 2006, y un 10% respecto a la medición del año 2010.
Además, un 67,4% de los encuestados reconoció tener una calidad de vida "buena" o "muy buena".
El subsecretario subrogante, Cristián Herrera, atribuyó este comportamiento al desarrollo e implementación de políticas públicas por parte del gobierno, asegurando que "esto finalmente demuestra que las políticas públicas de salud en relación al control del tabaco han tenido su efecto significativo entre 2006 y 2015. Tenemos la Encuesta Nacional de Salud de 2009/2010 que aún mostraba un tabaquismo de alrededor de un 40%".
Por otra parte, Jaime Burrows, ministro subrogante de la cartera de salud, se refirió al trabajo que debiese realizar el Minsal en conjunto con el gobierno de cara al futuro, en base a los resultados de la encuesta, el cuál debiese enfatizar en "la implementación de la salud en todas las políticas. Es decir, que se pueda ir incorporando nuestros hallazgos en las políticas que desarrollan
otros ministerios, como el Ministerio del Trabajo o el de Educación".
"A través de esta encuesta se van encontrando hallazgos que son importantes y determinan la calidad de vida de la población, y que son muy influidos por lo que se denominan las determinantes sociales, sobre los cuales la sola acción del Minsal no es suficiente", agregó Burrows.
Así, se espera que a partir de los datos arrojados por la encuesta, se realice un trabajo interdisciplinario que resuelva las dificultades en la calidad de vida sobre todo de aquellos sectores que evaluaron de peor manera sus condiciones. Entre estos grupos se cuentan las mujeres, las personas de mayor edad, y las personas de menor nivel educacional.