Se espera que para el 2025, más de 6 millones de "medidores inteligentes" de electricidad sean instalados. La inversión para eso, se estima en mil millones de dólares y el costo deberá ser asumido por los clientes y no por las empresas distribuidoras, pese a que los medidores pasarán a ser de propiedad de la compañía.
Según una investigación de Ciper, con la nueva tecnología no se necesitará que una persona en terreno mida el consumo de cada hogar ni de las cuadrillas que cortan y reponen la energía, dado que —una vez instalados los medidores inteligentes— todo se realizará de forma remota.
Un experto aseguró al medio que "hasta el aparato que queda enchufado sin usar va a marcar (en el medidor inteligente) porque gasta energía", por lo que se estima un aumento en las cuentas.
Para definir cuánto se debía cobrar a cada cliente por el cambio, la Comisión Nacional de Energía (CNE) encargó un estudio en 2017 en base a las proyecciones de inversión entregadas por cada compañía.
Andrés Romero, ex secretario ejecutivo de la CNE, aseveró a Ciper que a fines de 2017 la CNE definió el precio a pagar por un "medidor inteligente": 87 mil 500 pesos.