Un conscripto —en marzo de este año— protagonizó un tiroteo al interior de la Escuela de Caballería Blindada del Ejercito de Iquique matando a dos uniformados, para posteriormente suicidarse, situación que generó gran debate y obligó a tomar medidas en relación a la salud mental de quienes realizan el servicio militar.

Tras ese suceso, los más de 9 mil conscriptos fueron sometidos a una serie de evaluaciones psicológicas para determinar si eran aptos para continuar.

Según detalla El Mercurio, tras las evaluaciones se detectó que mil 537 conscriptos son "no recomendables", es decir, un 16,67 por ciento del total. En tanto, aquellos que fueron considerados como "recomendables con observaciones" quedarán condicionales y serán controlados por sus respectivos mandos. 

El general de División, Rafael Fuenzalida, explicó que "el Ejército realizaba tradicionalmente un cuestionario psicológico de 100 preguntas a los soldados conscriptos luego de un mes de estar en funciones, para haver un seguimiento de su servicio militar". Dicho cuestionario fue cambiado por un examen sicológico excluyente

"El soldado conscripto se excluye del servicio militar y se licencia de aquí al 30 de mayo. Queda con su situación militar al día, por lo que no afectará su futuro laboral", detalló Fuenzalida.

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