"Es un día maravilloso, algo único… una experiencia increíble". Así describieron Paula Podest y Carlos Ciuffardi, tripulantes de la aerolínea LATAM, la experiencia de haber sido casados en vuelo por el Papa Francisco durante el viaje entre Santiago e Iquique este jueves.
La pareja conversó con T13 en el aeropuerto de Iquique poco antes de que el pontífice llegara al lugar para tomar el avión que lo llevaría a Perú, país que también vistará en esta gira sudamericana.
Aunque dijeron que no podían dar entrevistas, Podest y Ciuffardi contaron que han recibido llamadas de todo el mundo “porque la noticia parece haber revolucionado” a los medios.
Efectivamente, la noticia de su boda aérea realizada por el Papa ha sido recogida por varios medios internacionales, entre ellos The New York Times, BBC, The Guardian, CNN, CBS, ABC News, Los Angeles Times y Chicago Tribune.
"Love is in the air", titularon algunos de ellos.
La pareja, también contó que sus pequeñas hijas de 8 y 6 años estaban emocionadas porque el Papa les "bendició [sic] las argollas".
Los recién casados permanecerán en Iquique hasta el viernes para descansar.
Boda a 11 mil metros
Este jueves el Papa Francisco casó por primera vez en la historia a una pareja a bordo de un avión, en el transcurso de su viaje de Santiago a Iquique, última etapa de la visita a Chile, antes de viajar a Perú.
"El día 18 de enero de 2018, sobre el vuelo papal en el trayecto de Santiago a Iquique han contraído matrimonio el señor Carlos Ciuffardi Elorriaga y la señora Paula Podest Ruiz y ha sido presenciado por el testigo Ignacio Cueto, siendo el santo padre, el papa Franciso, quien ha tomado el consentimiento", dice el acta escrita a mano que certifica el matrimonio.
Además de la firma de los sonrientes esposos, el acta está rubricada por Ignacio Cueto -uno de los dueños de la aerolínea- como testigo, y por el propio Papa que firmó con un simple 'Francisco'.
En la carta, difundida a la prensa, aparece también monseñor Mauricio Rueda Bettz como testigo.
Podest, de 39 años, y Ciuffardi, de 41, azafata y azafato, dieron el "sí, quiero" a 11.000 metros de altura ante el pontífice después de que éste les preguntara si "estaban seguros", contó él.
La pareja, casada por el civil y padres de dos hijas, tuvo que suspender su boda religiosa en 2010 ya que la iglesia donde iban a casarse quedó destruida por el terremoto, según ellos mismos dijeron.
