La creación de un barrio rojo en Chile surgió como una propuesta para regular la prostitución, como ocurrió en Ámsterdam, Países Bajos.
En un sector específico, se permite el ejercicio del comercio sexual durante las noches, donde trabajadoras sexuales se exhiben en vitrinas en ropa interior.
Andrea, chilena en Países Bajos desde hace 4 años detalla a T13 que “la policía tiene cámaras en todo este lugar, ellos también tienen policía encubierta en las calles y las trabajadoras sexuales tienen un botón de pánico”.
De hecho, las mismas trabajadoras del turístico barrio rojo, catalogan el lugar como un espacio seguro.
Otto, un residente que vive en el lugar junto a su hija de 4 años, explica que “es fácil porque mi hija no está haciendo preguntas sobre el barrio rojo, es solo donde vivimos, ella no conoce algo mejor”.
“Dormimos al final del apartamento, lo que pasa aquí en la noche no es parte de nuestra vida, lo que está bien”, asegura.
Este proyecto convirtió el lugar en un destino turístico y laboral, donde las trabajadoras sexuales deben pagar impuestos.
De todas maneras, Países Bajos es un territorio reconocido por no tener muchos problemas con la seguridad y delincuencia, de hecho, no cuenta con cárceles en el país.
La propuesta de un barrio rojo en Chile
Distintos sectores del país, sobre todo en el centro de Santiago sufren con la prostitución en la vía pública, que trae consigo peleas, abusos, asaltos y basura.
Según el gobernador de la Región Metropolitana, Claudio Orrego, asegura que “el comercio sexual existe hoy día en Chile de la peor manera posible, a la calle, a la vista de niños, vinculado con el crimen. Dejamos que esto prolifere así como así o eventualmente se podría hacer un barrio rojo en Santiago”.
“Nuestra propuesta concreta es una ordenanza en contra del comercio sexual en la vía pública, que vamos a ofrecer a los 52 municipios de la Región Metropolitana”, declaró el gobernador.
Sin embargo, el abogado de la Asociación de las Municipalidades de Chile (AMUCH), César Rojas, AMUCH, explica que “las ordenanzas no tienen la fuerza jurídica suficiente, por sobre la ordenanza está la normativa de rango legal y que hoy día no prohíbe la prostitución en Chile de carácter callejero”.