La demencia consiste en la progresiva pérdida de la capacidad de las funciones intelectuales del ser humano, como la inteligencia, la memoria, las habilidades sociales, y la demostración de sus sentimientos.
Para quien padece esta enfermedad, su vida se dificulta diariamente. Y es que, no es resultado del envejecimiento normal de las personas. La demencia se puede presentar de varias formas, como los problemas vasculares o infartos, el Parkinson, y el Alzheimer. Si no es tratada, esta enfermedad puede avanzar irreversiblemente.
El Dr. Patricio Fuentes, neurólogo de la Universidad de Chile, se refirió a la prevención del deterioro cognitivo y la demencia durante el Primer Ciclo de Charlas sobre “Investigación y Envejecimiento”, realizadas recientemente en el Centro Cultural Gabriela Mistral, GAM con la colaboración de la Corporación Acción Mayor. “Hay evidencia robusta que nos indica que la educación es un factor protector. Niños con baja escolaridad, a temprana edad, tienen una mayor posibilidad de padecer demencia en el futuro. Por ejemplo, aquellos que no terminan el cuarto básico presentan un 21% más de probabilidad de tener aquella enfermedad. Esto se puede corregir con mayor educación”, explicó el especialista.
En cuanto a factores psicológicos en edades avanzadas, la depresión en edad mayor es un factor de riesgo para desarrollar demencia. “Según los últimos datos que se han conocido, el 17% de la población chilena tiene depresión. Entonces, esta enfermedad en personas mayores de 60 años debe ser siempre tratada a propósito de que hoy existen mejores medicamentos, más eficaces, y también formas de psicoterapia, que también son útiles para manejar los problemas que tiene la tercera edad”, expuso el médico.
Con respecto a factores de estilos de vida, el especialista asoció ciertas conductas que posibilitan el deterioro cognitivo. “A estas costumbres, se pueden nombrar el tabaquismo, el alcoholismo, y la nula actividad física. De lo que más hay evidencia es el tabaquismo, y esto se corrobora desde la edad media de la vida hasta una edad mayor, donde existe un mayor riesgo de sufrir demencia. De tal modo que las personas mayores que fuman, están contribuyendo a que el cerebro envejezca patológicamente”, manifestó.
En cuanto a prevención, el Dr. Fuentes señala la realización de actividades diarias, como la lectura, los juegos mentales, sudoku, el aprendizaje de nuevos idiomas, y no dejar de estudiar. Asimismo, evitar conductas asociadas a malos hábitos o estilos de vida dañinos, como el tabaquismo, enfatizó.