La Compañía de Jesús confirmó, este martes, los abusos sexuales que cometió de manera “reiterada, grave y sistemática” el sacerdote Renato Poblete durante 48 años, en los que perteneció a la orden religiosa, contra 22 personas, cuatro de ellas menores de edad.
El provincial de los jesuitas Cristian del Campo entregó el informe de la investigación que llevó a cabo del abogado Waldo Brown, el que confirma el abuso sexual del fallecido sacerdote.
“Esta investigación ha demostrado de manera contundente que Renato Poblete abusó de manera reiterada, grave y sistemática, amparado en el poder que le otorgaba su condición de sacerdote; en el dinero que manejó de manera personal y en el prestigio que su labor apostólica le otorgó en sus años de sacerdote”, dijo del Campo.
La investigación de la orden religiosa consideró que el testimonio de Marcela Aranda, la primera de las denunciantes de Poblete, era plausible y su relato creíble. ”En el caso de los abusos sexuales estos han sido corroborados con otras evidencias. En el caso de los tres abortos denunciados, el investigador consideró que en, al menos, uno de ellos, habría antecedentes que corroboran la participación de Renato Poblete”, dijeron desde la compañía.
Por las acusaciones de Aranda también, en las que dice que podrían haber terceras personas vivas involucradas, desde la Compañía de Jesús anunciaron que presentarán los antecedentes al Ministerio Público para que investigue y sanciones a quienes puedan resultar responsables.
La investigación concluyó que cuatro de las afectadas eran menores de 18 años al momento de ocurrir el abuso sexual y todas estas relaciones “se generaron en un marco de relaciones de dependencia moral, psicológica y económica con la familia de las víctimas”.
El informe también habla de una relación estable “y, aparentemente, consentida, en el que la víctima ha ido elaborando, recientemente, la relación abusiva en la que se encontraba”. Asimismo, la Compañía de Jesús llegó al convencimiento que durante el periodo investigado de 48 años, Poblete mantuvo seis relaciones estables, de las cuales en al menos cinco se estima la existencia de aspectos abusivos.
Responsabilidades
Sobre las responsabilidades de terceras personas, los jesuitas reconocen que, algunos de sus miembros, conocían parcialmente los hechos. “Existió un número significativo de personas, jesuitas y laicos, que tuvieron alguna información de comportamientos inadecuados de connotación sexual del sacerdote, los que fueron conocidos por terceras personas a modo de rumor”, explicó del Campo.
“No se encontró ningún caso de un jesuita que haya tomado conocimiento de abuso de menores, violaciones, ni abortos. Ninguna víctima señaló haber comentado este tipo de delitos a algún jesuita”, agregó.
“El investigador no acreditó la existencia de encubrimiento, tal como se le entiende comúnmente en el ordenamiento jurídico chileno. Sin embargo, el informe señaló que algunos jesuitas habrían recibido algún tipo de información, consistente en rumores o comentarios de terceros, lo que implicaría responsabilidad ética en su actuar”, insistió.
El abogado también consideró que la misma orden religiosa tuvo responsabilidades “éticas” de tipo institucional. “Si bien no son causas directas de los hechos denunciados, operaron como facilitadores o bien como medidas ineficaces para evitar las conductas de abusos de poder, de conciencia y sexuales cometidas por Renato Poblete”, explicó del Campo.