El delito de inhumación sería el que podría configurarse en el caso de la religiosa de 80 años que fue interrogada por la fiscalía, luego de que fuera grabada por cámaras de seguridad trasladando el cuerpo sin vida de una amiga de ella en una maleta en Ñuñoa, región Metropolitana. 

El fiscal Oriente Francisco Lanas explicó que la fallecida, otra religiosa de 60 años, no tendría signos de participación de terceros en su muerte, pero el ocultamiento del cadáver durante meses podría configurar algún tipo de falta, aunque no es preciso que signifique un delito.

“En esta etapa de investigación, muy preliminar, sería un caso de inhumación ilegal. Pero este caso se discurre en el sentido que hay que enterrar al fallecido, y aquí no tenemos un entierro, tenemos un ocultamiento de este cuerpo”, explicó el fiscal.

“No se configuraría la inhumación ilegal preliminarmente en el sentido que no hay signos de entierro en ninguno de los dos domicilios. Ahora, en el caso que tuviéramos inhumación ilegal, tiene una pena que va de 61 días a 541 días, es decir, es una pena baja”, aclaró. 

El persecutor enfatizó que, de todos modos, la religiosa está en calidad de imputada, pero podría haber incurrido principalmente en sanciones sanitarias, que se pagan con multas.

Por qué la religiosa habría ocultado el cuerpo

Según explicó el subprefecto jefe de la Brigada de Homicidios de la PDI Juan Luis Fonseca, tras tomarle declaración a la mujer de 80 años, habría ocultado el cuerpo “por el cariño que le tenía”. 

"Ellas mantenían una amistad y manifiesta que le tenía mucho cariño. Habían hecho un compromiso entre las dos que ninguna se iba a denunciar si fallecía la otra (...) Ella se refiere a este pacto en el sentido de que ellas no se iban a denunciar y no iban a realizar inscripción, que se iban a cuidar una a otra hasta el último de sus días", aclaró el prefecto.

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