Más de un centenar de relatos contiene el tercer Estudio de las Condiciones Carcelarias en Chile (2016-2017) que es elaborado por el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), documento que consta de 153 páginas y entrega datos reveladores.
De acuerdo con el recorrido que múltiples funcionarios realizaron en 40 centros de detención del país, donde se mantienen recluidas 5.417 personas, se logró identificar que la falta de camas para los internos es la problemática en común de todos los recintos estudiados.
Según señaló La Tercera, uno de cada dos hombres privados de libertad (51,3%) no tiene posibilidad de contar con espacio propio para dormir. Una cifra un tanto menor en el caso de las mujeres, que varía en una de cada tres (35,7%).
A este tema se le suma los niveles de hacinamiento en el sistema, ya que de los recintos que fueron examinados, 22 de ellos tienen una ocupación que sobrepasa el máximo de sus capacidades.
El estudio está enfocado en comprobar el cumplimiento de los estándares internacionales de derechos humanos, logrando establecer también la ineficiencia en cuanto a los servicios médicos dispuestos en las cárceles.
En cifras, esto se traduce a que en promedio hay un funcionario de la salud por cada 49 presos, lo que varía dependiendo de cada centro de detención.
Asimismo, se identificaron la existencia de plagas en diez establecimientos como vincunchas y chinches lo que circulan permanentemente en el suelo y los muros. Incluso, "en el colectivo de imputados reincidentes los reclusos revelan la presencia de ratones", indicó el estudio.
Por último, y en el ámbito estructural de las celdas en las que se mantienen los reclusos, se logró establecer carencias en el 90% de los centros, ya sea por presencia de mal olor, falta de luz natural y humedad, tal como el caso del Centro de Cumplimiento Penal de Victoria, región de La Araucanía.
De todos los penales analizados, 24 de ellos no cuentan con acceso a baño ni a agua potable durante las 24 horas del día. Y en apenas siete de ellos se logró constatar acceso a agua caliente.
Asimismo, solo en cuatro recintos, entre ellos los de Cochrane y Porvenir, además de otras unidades especiales, se pudo observar la presencia de calefacción.
