Una incómoda situación se vivió durante una audiencia en el Juzgado de Garantía de San Antonio, la cual estaba siendo transmitida por videoconferencia.
En la instancia y antes de finalizar la sesión, la imputada que recién había sido liberada por el juez de garantía, Felipe Contreras, le lanzó un inesperado piropo, que descolocó a todos quienes participaban de la audiencia.
"Muchas gracias, es muy guapo usted", le dijo la mujer entre risas, antes de pararse rápidamente para salir de la sala. Pero el juez le contestó seriamente: "Señora, no puede decir esas cosas en audiencia, ¿ya? yo al menos...".
Sin darse cuenta del grave error que había cometido y saliendo del lugar, se escuchaba de fondo a Contreras llamándole la atención. "Señora, pero espere. Señora, señora, la estoy llamando. Tiene que sentarse nuevamente en el tribunal, en el micrófono", dijo el magistrado.
Y añadió: "Usted está en una audiencia, usted no puede decir eso en un tribunal, ¿ya?".
Mientras esto pasaba, la imputada solo se limitó a pedir perdón por su acción. "Ya. Perdóneme, perdóneme en serio", le dijo. El juez aceptó las disculpas y se despidieron para luego dar por finalizada la audiencia.
Comentarios fuera de lugar
El Código Orgánico de Tribunales, en su artículo 530 señala que los jueces están autorizados para "reprimir o castigar los abusos que se cometieren dentro de la sala de su despacho y mientras ejercen sus funciones".
El abogado Jaime Winter, director del área penal del estudio Albagli Zaliasnik y profesor en la Universidad de Chile, explicó que hay distintas formas de dirigirse a las autoridades, manteniéndose siempre dentro de un contexto de formalidad.
"En la práctica, se espera que haya un trato formal en la audiencia, sin especificarse cómo, y que los jueces tengan el trato de Su señoría, aunque también se les puede llamar magistrados", señaló en conversación con Las Últimas Noticias.
Por otra parte, Mauro Basaure, doctor en filosofía y director del Doctorado en Teoría Crítica y Sociedad Actual de la Universidad Andrés Bello, indicó al mismo medio que el trato formal se debe a que "el sistema de justicia es uno de aquellos donde se entiende que hay una interrupción de lo cotidiano".
"Se busca permanentemente hacer una separación entre lo que la gente puede hacer y decir en la vida cotidiana, como es el comentario de la persona en el video y que no tiene nada de trasgresor en la vida cotidiana", afirmó.
Finalmente, el filósofo precisó que la mujer podría haber hecho otro comentario, no necesariamente referirse a la apariencia del juez, y de igual manera generar un comentario fuera de lugar.