Tras el término de la 117ª Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal de Chile, que se llevó a cabo entre el 12 y 16 de noviembre, el obispo auxiliar de Santiago y secretario general del organismo, Fernando Ramos, se refirió a las conclusiones de la instancia abordando, entre variados temas, la muerte del comunero mapuche, Camilo Catrillanca.
Ante esto, monseñor Ramos aseguró que la violencia que se vive en la Araucanía es un tema que afecta a todos. "Condenamos todo hecho de violencia, venga de donde venga. Más cuando afecta a la dignidad de las personas, como el caso de la muerte de este joven comunero, lo que nosotros rechazamos", agregó.
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Además, aseguró que la violencia en La Araucanía "provoca dolor y sufrimiento en muchas personas". Es por esto que, según él, todos deben contribuir para que vaya creciendo la paz, el encuentro y la justicia en ese lugar.
Cuando se le preguntó si la Iglesia se sumará a alguna instancia de dialogo sobre la Araucanía, monseñor Fernando Ramos respondió que "no en concreto". Sin embargo, recordó que recientemente hubo una mesa de trabajo que elevó una serie de propuestas sobre políticas para implementar en dicha región.
