La pandemia del COVID-19 ha cobrado cerca de 500 mil muertes en todo el mundo, solo según las cifras oficiales, y en la mayoría de los casos las personas que han perdido la vida por este virus, no se han podido despedir de sus familias en sus últimos momentos, por el riesgo de contagio que significa tener contacto con alguien que padezca el coronavirus.
Dentro de este contexto, la agencia Reuters destacó que el Hospital Clínico de la Universidad de Chile José Joaquín Aguirre, de Independencia, ha innovado y ha permitido a las familias de algunos pacientes que estén en etapa terminal por COVID-19, se puedan despedir.
Carlos Romero, quien dirige la unidad de cuidados intensivos del hospital, dijo al medio que la decisión de permitir una visita familiar se toma cuando es evidente que el final está cerca, y cuando sea posible, según los protocolos de seguridad.
"Te das cuenta de que en algunos pacientes la enfermedad finalmente está más allá de lo que podemos hacer para ayudarlos a recuperarse. Con esos pacientes podemos llamar a la familia, los preparamos, tienen que coincidir con un perfil determinado, porque no pueden estar en cuarentena, no pueden tener contacto cercano, no pueden estar en un grupo de riesgo para no tener el peligro de infectarse, pero pueden venir y estar con ellos por unos momentos", explicó.
Los visitantes son examinados para detectar el coronavirus y reciben el mismo equipo de protección utilizado por los médicos, antes de ser guiados a las salas de vidrio selladas con pacientes con COVID-19.
Hasta ahora, la UCI del hospital ha evitado cualquier caso de contagio entre su personal.