El pasado viernes se detectó por primera vez la presencia del hongo Sporothrix brasiliensis, de rápida diseminación y facilidad de transmisión a seres humanos y otros animales, mientras que el lunes se confirmó el primer caso humano en el país.
Marcela Cárcamo, epidemióloga del Departamento de Epidemiología y Estudios en Salud de la Facultad de Medicina de la Universidad de los Andes, comenta que “la esporotricosis es una infección micótica que puede afectar a seres humanos, gatos y otros mamíferos, es decir, una zoonosis. Generalmente, causa pústulas y abscesos aislados. Sin embargo, existen casos en que puede propagarse a los ganglios linfáticos e incluso provocar infecciones diseminadas que afectan los huesos, pulmones o el sistema nervioso central”, señala.
La académica comenta que, en los gatos, generalmente se ven heridas en la zona de la nariz y que este hongo se puede transmitir a personas a través de “animales infectados por medio de mordeduras o rasguños, pero también hay casos en que se contrae la enfermedad sólo por tocar a un gato infectado, ya que los gatos se lamen las heridas y ese hecho transmite la enfermedad”.
La profesora UANDES indica una serie de síntomas que puede presentar una persona contagiada a los que se debe tomar atención.
Los signos más frecuentes son:
- Lesiones en la piel como nódulos o abscesos subcutáneos.
- Lesiones ulcerosas
- Aumento de los nódulos linfáticos
Los signos de menor frecuencia son:
- Lesiones oculares
- Infecciones respiratorias
- Encefalitis y meningitis
Finalmente, indica que para prevenir posibles contagios lo ideal es que las personas eviten tener contacto con animales desconocidos y “ser cautelosos cuando se acerquen a gatos, aún si parecen dóciles. Además, evitar el contacto con gatos enfermos y cuidar que los gatos sanos no tengan contacto con gatos enfermos”, concluye Marcela Cárcamo.