Una nueva arista se abrió en el caso de la adulta mayor, Laura Rebolledo, quien denunció haber sido internada en una clínica psiquiátrica en 2013 por sus hijos, los que habrían hecho la acción por dinero.
Se trata de la hija de la víctima, Janet Hurtado, quien en conversación con “Bienvenidos”, declaró estar devastada y con mucha pena por todo lo que ha salido a la luz.
“Somos personas honorables, honradas. Lamentablemente me vi en este conflicto familiar que ha afectado enormemente a mi familia”, señaló la mujer.
En este sentido, mencionó que todo lo que ha dicho es mentira, que no fue un secuestro, ya que todo se debió a una descompensación de su madre tras una pelea. “Nunca fue secuestro, eso es una mentira”, precisó.
Y añadió: “Yo efectivamente voy a su casa, y veo en la mesa la escritura de la empresa, entonces por ahí se forma la discusión y la crisis de ella (…) ahí se llamó a la ambulancia, después ésta se le lleva a la clínica donde llegó descompensada”.
Por otro lado, dijo que ella siempre quiso protegerla para que no estuviera sola. “Mi intención fue que (…) ella era mi madre, yo tenía una obligación con ella. Hasta ese minuto igual había cariño por ella, independiente de todos los problemas familiares, yo nunca quise hacerle daño”, cerró.
Rebolledo, tras escuchar las declaraciones de Janet, manifestó que está dispuesta a perdonarla. “Yo los perdono [hijos] porque no supieron lo que hicieron, no sé, no lo pensaron, nunca pensaron que íbamos a llegar esto”, expresó.
Finalmente, sostuvo que lo que único que le gustaría es que sus hijos le pidieran disculpas por lo que le hicieron. “Me gustaría que me pidieran disculpas. Me gustaría preguntarles, ¿por qué hicieron esta maldad”.
La denuncia de la madre
Laura estuvo casada durante 10 años. Del matrimonio nacieron dos hijos, sin embargo, por cosas de la vida se separó, no legalmente, pero comenzó una vida separada de su ex marido. Con él, trabajó en una empresa que con el paso del tiempo fue creciendo. Pero en 2012 a su ex pareja se le detectó un cáncer muy avanzado, algo que provocó, según Laura, una preocupación por la situación económica de su familia.
Fue en ese entonces que su esposo le solicitó el divorcio y le preguntó cuánto dinero quería por el tiempo que habían pasado juntos. Durante ese periodo en qué decidían el tema monetario, Rebolledo sostuvo que sus hijos llegaron hasta su departamento para conversar, pero todo se tornó confuso cuando comenzaron a discutir por unos documentos.
“Yo me caí, al seguirme mi hijo me tira a la punta de la cama y me toma los brazos hacia atrás y me pegó por aquí por el cuello (…) entonces llega y le dice a mi hija ‘llama, llama’, y de ahí de repente aparecieron unos jóvenes de azul y me dijeron ‘cálmese, cálmese. ¿Usted se quería tirar del balcón?’, me preguntaron”, sostuvo Laura.
En medio de eso, precisó que le inyectaron algo en su brazo y perdió al conocimiento. Tras esto despertó en una pieza de contención con las manos y pies amarrados. Ahí comprendió que estaba en una clínica psiquiátrica, lugar donde permaneció bajo el efecto de sedantes durante 23 días, sin contacto con su familia.