Un helicóptero utilizado durante la dictadura de Augusto Pinochet para el lanzamiento de detenidos hacia el mar se encuentra adornando un parque de juegos en Reino Unido.
Así lo reportó The Guardian, que precisó que el fuselaje oxidado de una de esas aeronaves se encuentra en un bosque de pinos de Horsham, en Sussex, donde sirve de utilería en un parque de airsoft.
Dicha aeronave es un H-255, que fue despojado de componentes electrónicos, alas y aspas, y su casco vacío es la pieza central del "Heli Domination" en el Parque Dogtag Airsoft, donde los usuarios utilizan armas de aire comprimido de baja potencia para simular un combate.
El helicóptero fue vendido en 2003 y enviado al Reino Unido, cuando se registraban las primeras investigaciones dirigidas por el Estado respecto a los crímenes registrados en dictadura, lo cual "es motivo de sospecha" para el abogado Sebastián Velásquez, quien representa a las familias de Luis Fernando Norambuena Fernandois y Gustavo Manuel Farías Vargas.
Ellos dos, al igual que Ceferino del Carmen Santis Quijada, fueron subidos a la fuerza a un Puma con matrícula H-255, amarrados y luego de 20 minutos de vuelo fueron arrojados al océano Pacífico, en lo que era una práctica por parte del régimen de Pinochet, que bajo esta modalidad terminó matando a más de 100 personas.
A raíz de lo mismo, Sebastián Velásquez comentó que al ser una prueba vital, el H-255 nunca debió salir de Chile, puesto que fue apuntado como una prueba clave en los intentos por enjuiciar el primer vuelo de ese tipo en Chile. Igualmente, emplazó al Gobierno del Presidente Gabriel Boric a realizar gestiones para devolver lo que queda de la aeronave al país, para "servir como memorial del horror".
Dueño del helicóptero desconocía su origen
De acuerdo a lo recogido por el citado medio, la compañía británica Askari Aeroparts compró el H-255 en 2003 y éste "hizo un par de aspiraciones en 2005 en exhibiciones aéreas locales", pero luego fue desmantelado para obtener repuestos.
El dueño de Dogtag Airsoft, Ross Beare, comentó que no estaba en conocimiento del pasado que tenía el helicóptero, afirmando que "recibí el avión desmantelado en noviembre de 2014. Era solo el fuselaje y la cola, vacíos".
"Simplemente sabía que estaba en la Fuerza Aérea Chilena", comentó, reconociendo que "ahora se ve bastante mal por sí mismo" luego de estar en el bosque por casi 10 años.
"No estoy seguro de poder mirarlo de la misma manera otra vez o cómo me sentiré cuando mi hijo pequeño quiera sentarse en él y dado que ahora sé su historia", añadió.
Cabe mencionar que Emilio Robert De La Mahotiere González, acusado de pilotar el primer vuelo de la muerte H-255, fue acusado en 2018 por participar en varias campañas de ejecución durante la dictadura de Augusto Pinochet. Si bien cumplió tres años en prisión, actualmente cumple el resto de la condena de 20 años bajo arresto domiciliario.
Respecto a la utilidad de la aeronave para eventuales procesos judiciales, la posibilidad se ve lejana, puesto que el helicóptero quedó reducido a un caparazón erosionado y del cual se han borrado muchas pistas. De hecho, el registro de sus vuelos nunca fue localizado.