Sigue la polémica al interior de la Iglesia Chilena luego de que el Papa Francisco enviara una carta sobre el obispo Juan Barros, reconociendo que tuvo errores de apreciación en el caso y pidiendo perdón a los afectados.
El arzobispo de Santiago Ricardo Ezzati se refirió este jueves al tema, apuntando precisamente a quienes estaban encargados de informar al Sumo Pontífice sobre las acusaciones de encubrimiento en el caso Karadima que pesaban sobre el religioso de Osorno.
"La información que el Papa ha recibido tiene que ser una información que viene de muchas fuentes. El Papa no lo dice, creo que es una falta muy grave que se haya engañado al Santo Padre, que alguien haya pretendido engañar al Santo Padre (...) Es lamentable que algunos hayan mal informado al santo padre", dijo Ezzati.
Y agregó: "Desde lo más hondo de mi conciencia, quienes han cometido esta falta grave, necesitan reconocerla, arrepentirse y reparar el mal hecho, si es que lo han cometido".
El cardenal, sin embargo, indicó que "en este momento no se trata de ir a caza de brujas, menos dar rienda suelta a especulaciones que nada conducen".
Respecto a su rol, Ezzati dijo que "no me he lavado de ninguna manera las manos en este tema" y aseguró que informó en su momento al Papa Francisco sobre la opinión de los obispos chilenos en los temas de abusos a menores.
Y ante la consulta directa de si cree que Barros debe dar un paso al costado, el arzobispo de Santiago dijo: "A mi juicio y por el bien del pueblo de Dios y de la Iglesia, el Obispo Barros debiera dar un paso al costado".
Aunque agregó: "La renuncia del sacerdote Barros depende sólo del Santo Padre".
