Entre los años 2005 y 2007 se construyeron seis cárceles privadas que corresponden a los penales de Alto Hospicio, La Serena, Rancagua, Santiago I, Valdivia y Puerto Montt, tras un intenso debate entre los ministerios de Obras Públicas y Justicias.
El Plan original contemplaba diez recintos, pero los penales de Concepción y Antofagasta tuvieron que ser construidos por el Estado y los de Santiago II y Talca nunca se realizaron.
Según informa El Mercurio Han pasado 11 años desde la última vez que se construyó una cárcel íntegramente por privados, los que suman 17.341 plazas dentro de un sistema con 40.630 privados de libertad.
Dentro de este contexto, el ministro de Justicia, Hernán Larraín señala que “el resultado desde el punto de vista de la reinserción, que es el indicador para ver el éxito, es cero”.
El ministro Larraín estableció una mesa para evaluar estos penales, en medio de una reforma más amplia que busca convertir a Gendarmería en el principal motor de la reinserción.
Para el presidente de la Asociación de Concesionarios de Obras Públicas (Copsa), Leonardo Daneri, el problema de la rehabilitación es que “no se ha usado bien el sistema” y explica que al contrario de los aeropuertos y las autopistas, las cárceles y hospitales estaban sujetos a los mandatos del MOP y de los ministerio de Justicia y Salud.