En el mes de diciembre la Policía de Investigaciones logró desmantelar a una organización criminal dedicada al tráfico de drogas.
Se trata de la banda de "Los Soto", un clan familiar avocado al narcotráfico que era liderada por Kevin Soto- quien es investigado por homicidio y disparos injustificados- y su hermano. Este último dirigía la banda desde la Penitenciaría de Santiago, donde cumple prisión preventiva desde el 2022.
La desarticulación de la banda se logró tras un operativo masivo que incluyó 17 allanamientos en diversas comunas de Santiago. Allí se confiscaron 33 kilos de droga, como ketamina y marihuana, entre otras, además de 44 ampollas de fentanilo. También se incautaron armas, incluyendo un fusil de guerra, municiones, cinco vehículos y dinero en efectivo.
Durante la noche de este domingo, Reportajes T13 dio cuenta de cómo funcionaba el narco búnker perteneciente a la banda en la comuna de Cerrillos, donde narcotraficantes operaban bajo un estricto sistema los siete días de la semana, y las 24 horas del día.
El funcionamiento del negocio estaba organizado de manera compleja, con roles específicos para cada miembro de la banda. Cada delincuente tenía tareas claramente definidas, algunos se encargaban del transporte de las drogas, otros de su venta, y un grupo adicional se ocupaba de recoger el dinero en los puntos de venta para entregarlo a los dueños del negocio, los hermanos Soto.
Desde el proceso de fabricación hasta la recaudación de la venta de drogas se daba en diferentes puntos de la Región Metropolitana. En un departamento en Lo Espejo que funcionaba como laboratorio clandestino se fabricaba y dosificaba la droga, mientras que acopiaban las sustancias ilícitas en Estación Central.
Sin embargo, lo más impactante era el lugar donde se vendían las drogas: una estructura fuertemente blindada en la población Oreste Plath, en Cerrillos, que operaba como un narco búnker, protegido para evitar cualquier ataque de bandas rivales o intervención policial.
De acuerdo a lo que señala el subprefecto Jaime Miranda, del grupo MT0 de la PDI en Cerrillos, los delincuentes "clausuraban cada apertura que pudiese haber en ese domicilio, ya sea ventanas, puertas, las clausuraban con láminas de metal". La gente que estaba adentro estaba encerrada y tenían que cumplir un turno de 12 horas, donde hacían un recambio y la venta funcionaba 24/7.
Cada "jornada laboral" estaba conformada por al menos seis delincuentes, que mediante videos mostraban contundentes cifras de dinero y se jactaban del poder de fuego que tenían.
Las investigaciones han revelado las impresionantes cantidades de dinero que los hermanos Soto lograban generar con su actividad delictiva. Diariamente, los delincuentes obtenían alrededor de 4 millones de pesos, lo que sumaba unos 30 millones al mes. En un año, su recaudación alcanzaba los 350 millones de pesos.
De acuerdo con lo que señaló la fiscal jefa de Alta Complejidad Occidente, Paulina Díaz, la banda de Los Soto "ha sido objeto de investigación hace bastante tiempo, operan en la población Oreste Plath, donde mantienen sus puntos de venta principales en Cerrillos. Y se dispersan con distintos brazos operativos en otras comunas".