Un caso de viruela del mono (mpox) fue detectado a finales de agosto en la región de Tarapacá, según los informó el mismo Seremi de Salud en la zona, David Valle.
Se trata de un incidente se registró el pasado 23 de julio, cuando un hombre ingresó al Hospital Ernesto Galdames en Iquique, presentando síntomas de la enfermedad.
La autoridad sanitaria explicó que el caso es de origen importado, ya que el paciente contrajo la infección tras haber tenido contacto directo y sexual con una persona procedente de Bolivia.
Es importante destacar que el paciente, quien presentaba diversas patologías no tratadas que comprometían su sistema inmunológico, no fue infectado con la nueva variante de mpox recientemente señalada por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
A pesar de haber superado la enfermedad, el hombre sigue hospitalizado debido a otras complicaciones de salud. Valle aseguró que, hasta el momento, no se ha detectado la nueva variante de mpox en el país, y llamó a la tranquilidad de la población.
“No es la nueva variante de mpox que se ha visto en otros países. Los casos tanto en el país, como este en la región, son casos importados, no hay un contagio de forma autóctona”, agregó el seremi.
Contagio y síntomas de la viruela del mono
Recordemos que los síntomas más comunes de la viruela del mono incluyen fiebre alta, inflamación de ganglios, dolores musculares y de cabeza, así como agotamiento.
También se pueden presentar lesiones cutáneas, que suelen aparecer en la cara, manos, pies, boca y áreas genitales. Se trata de lesiones que pasan por diferentes fases antes de formar costras, las cuales eventualmente se caen.
Además, la transmisión de la viruela del mono entre personas se produce principalmente a través del contacto cercano con las secreciones respiratorias o las lesiones en la piel de una persona infectada, o mediante objetos contaminados con los fluidos del paciente.
Este caso subraya la importancia de estar alerta ante los síntomas y de seguir las recomendaciones de las autoridades sanitarias para prevenir la propagación de la enfermedad.