Miembros del Museo Británico llegaron este martes a Rapa Nui junto a autoridades chilenas para reunirse con la comunidad polinésica Ma'u Henua, que exige a la institución londinense la restitución del moái Hoa Hakananai’a, una icónica escultura sustraída a sus antepasados.
Gaye Sculthorpe, curadora de la sección Oceanía del museo, y Lissant Bolton, antropóloga especializada en el Pacífico, llegaron a Rapa Nui, ubicada a 3.700 km del Chile continental, y cuyo mayor atractivo turístico son los enigmáticos moáis, esculturas de basalto creadas hace más de 1.000 años.
En 1868, el inglés Richard Powell sacó el moái Hoa Hakananai’a y lo llevó hasta Reino Unido en el buque "Topaze" para regalárselo a la reina Victoria, quien a su vez lo donó al Museo Británico donde es exhibido.
Desde el año pasado, la comunidad Ma'u Henua inició conversaciones con autoridades del museo para que sea devuelto a la isla.
"Estamos aquí porque ustedes nos invitaron y para escuchar lo que tienen que decir y conocer más de su cultura", dijo Lissant Bolton, en un comunicado difundido por el Ministerio de Bienes Nacionales.
Felipe Ward, ministro chileno de Bienes Nacionales, quien acompaña la misión, sostuvo que esta visita servirá "para seguir avanzando en las conversaciones" y adelantó que "se va a abrir un intercambio cultural y de piezas arqueológicas entre Londres y Rapa Nui ".
En noviembre pasado, jerarcas de la comunidad Ma'u Henua y del gobierno chileno viajaron a Londres donde propusieron al Museo Británico entregarle una copia del moái a cambio del original.
Ambas partes también exploran la idea de que el museo preste, a largo plazo o incluso de forma permanente, el moái a la comunidad, pero aún no hay un acuerdo definitivo.
"Estoy feliz de que la delegación del museo haya aceptado venir (…) que vean en terreno lo que tenemos en cuanto al espíritu ancestral de la isla", declaró Carlos Edmunds, el presidente del Consejo de Ancianos de Rapa Nui.
El moái mide 2,42 metros de altura y pesa cuatro toneladas. Fue esculpido en basalto entre el año 1.000 y 1.600 D.C., y en su parte trasera tiene tallados que describen el culto del hombre pájaro y otros aspectos ceremoniales del enigmático pasado de la isla.