Las aguas subterráneas constituyen el 99% del agua dulce de la Tierra. La buena gobernanza del recurso puede ser la solución a las crisis futuras según afirma un nuevo informe de la ONU.
El estudio proyecta que el uso de agua seguirá aumentando a un ritmo anual del 1% durante los próximos 30 años y confirma que esto, sumado a las sequías cada vez más agudas provocadas por el cambio climático, hará al mundo más dependiente de las aguas subterráneas. Sobre esta materia, el académico del Departamento de Ingeniería Civil e investigador CAPTA Juvenal Letelier hizo un diagnóstico, en conversación con T13.cl, sobre la situación en Chile.
La ONU habla de hacer visible lo invisible, a propósito de las aguas subterráneas. ¿Cuál es la situación actual de Chile en relación a este recurso?
“La mesa técnica de agua que propuso el segundo gobierno de Sebastián Piñera, habló sobre la temática aguas subterráneas en Chile y se llegó al consenso, de que es bien poco estudiado el tema en el país: conocemos bien poco lo que hay bajo el subsuelo. Y esto ha traído un montón de problemas, como por ejemplo, el sobre otorgamiento de los derechos de agua y la sobreexplotación de acuíferos. Entonces, se están otorgando derechos para sacar agua, pero ¿cuál es el volumen de agua total que existe en un acuífero? ¿Cuál es su recarga? Ya se está hablando de perforar más profundo, pero nos falta conocimiento. Entonces, la situación de aguas subterráneas en Chile es bastante delicada porque no conocemos muy bien la calidad y cantidad del recurso hídrico”.
¿Por qué razón no se ha estudiado más? considerando que esta forma de conseguir el recurso no es algo nuevo.
"Chile históricamente ha tenido buenos caudales en los ríos, pero con el tema del cambio climático y/o la mega sequía esto se ha ido perdiendo. Entonces ahora nos vemos apretado, pero en los años ‘80, ´70, han habido sequías de corta duración, pero los ríos siempre trajeron buen caudal, por lo tanto el agua superficial fue intensamente explotada. En el pasado se consideraba que no era necesario, pero ahora sabemos que puede ser un recurso valioso”.
¿Y qué tipo de estudios se han desarrollado?
"Se ha estudiado desde la hidráulica, hidrogeofísica, hidroquímica y la percepción remota, que ven temas como la respuesta de los acuíferos ante el bombeo, geometría del acuifero, el origen de las aguas, interacción con roca y cambios en superficie debido a extracciones. Esos estudios permiten generar modelos de acuíferos que son utilizados para la gestión hídrica u otros. Sin embargo, son estudios locales referidos a zonas específicas y en ciertos casos a sectores acuíferos más amplios. Hoy no hay un política de Estado de mediano a largo plazo que incentive macro-estudios precisos de los acuíferos en Chile. Algunos estudios recientes han propuesto modificaciones a zonas hidrogeológicas que estuvieron mal definidas. Una mala caracterización de un acuífero puede impactar fuertemente en los planes de gestión."
Actualmente, una de las principales fuentes hídricas que suple las necesidades de Israel es el manejo de aguas subterráneas. Además, tiene una capacidad de recuperación del 80% de este líquido, o la ciudad japonesa de Kumamoto abastece toda su agua potable con aguas subterráneas completamente naturales. En Chile ¿se podría replicar un modelo así en alguna región?
““Se puede replicar acorde a nuestra realidad, siempre y cuando conozcamos lo que hay en subsuelo. Aquí lo importante es la gestión integrada del agua y para hacerlo debes conocer los acuíferos. Si vamos a utilizar agua subterránea, tenemos que entender que si yo saco agua de un pozo podría estar afectando al vecino. Si hay una buena gestión del agua, podría realizarse un modelo para Chile de acuerdo a sus realidades geográficas”.
¿Chile tiene agua disponible…?
“Chile tiene gran disponibilidad de agua si lo miramos en promedio, ya que los 50000 m3/pp/año superan con creces el promedio mundial que son 6600 m3/pp/año. Sin embargo, geográficamente Chile es muy distinto y diverso. Si empiezas a analizar por macrozonas, inmediatamente esa cifra promedio no corresponde a las realidades territoriales. La zona norte tiene menos de 500 m3/pp/año. Por otra parte, Aysén supera ampliamente los 2 millones de m3/pp/año. Piense que la disponibilidad hídrica que permite un desarrollo sostenible es a partir de 2000 m3/pp/año. En promedio, la disponibilidad de agua es bastante, pero lo que importa es que se presenta de forma muy asimétrica en el país y eso es un problema”.
Aprovechando de que menciona el norte. Israel, tal como vimos en la pregunta anterior, también tiene mucho desierto.
“Israel tiene una cosa súper importante, que no solo es agua subterránea y gestión. Israel también reusa aguas servidas y esa es una nueva fuente hídrica para el aprovechamiento. En Chile no se ha explotado”.
La minería si lo está haciendo…
“Yo digo en temas de agua potable o regadío. Hoy en día, por efecto del cambio climático, los ríos traen menos agua, alrededor de 1000 millones de m3 menos por año. En cambio, la cantidad total de aguas servidas tratadas en Chile escala con ese valor. Esa falta de agua que traen los ríos podría ser compensada usando las aguas servidas tratadas directamente o bien almacenarlas en acuíferos para ser usadas en tiempos de escasez. Israel usa sus aguas residuales tratadas y le va bien”.
Entonces, para seguir con la idea, ¿las aguas subterráneas podrían ser un método complementario, o el gran modelo de abastecimiento hídrico?
“Puede ser un actor relevante para satisfacer la demanda que existe, pero depende del plan de gestión que uno tenga. Acá el mensaje es que la desalación, tratamiento de aguas grises, humedales construídos y aguas subterráneas proporcionan un conjunto de soluciones que nos permitirán salir del actual problema de escasez. Si pones las aguas subterráneas como el único actor o el gran modelo de abastecimiento, te verás con problemas de sobre-explotación después de un cierto tiempo y vas a tener que perforar más profundo. Si los tiempos de las aguas subterráneas son lentos, rellenar un acuífero agotado también lo es y si no tenemos la misma recarga natural producto de la disminución de precipitaciones ¿de donde sale el agua para recargar?. Por ejemplo, en el sur hay agua fluyendo en los ríos y que podría usarse con nuevas obras de acumulación, por ende, los trabajos de perforación y explotación de acuíferos no deberían ser tan intensos como en la zona centro. Sin embargo, ello depende de la realidad de cada comunidad y sus necesidades. En Chile, más de un millón de personas se abastecen con APR, siendo las aguas subterráneas una fuente de extracción”.
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¿Las aguas subterráneas dependen del agua lluvia?
“La recarga de los acuíferos viene principalmente de las aguas lluvias. La nieve y los glaciares también son parte de esa recarga, ya que en los meses de verano la escorrentía de los ríos transporta agua de la cordillera y que puede infiltrarse en las zonas bajas. Esa misma agua también puede infiltrarse por las rocas fracturadas en cordillera. Los canales de regadío sin revestimiento también pueden ejercer recarga sobre un acuífero. La diferencia del agua subterránea con la superficial es que puede transcurrir milenios y el agua sigue fluyendo porque el proceso de transporte del agua en subsuelo es mucho más lento que el de las aguas superficiales. Entonces tú eventualmente puedes tener un río seco y puedes sacar aguas subterráneas desde los acuíferos someros. El problema se genera cuando sacas más agua de lo que se recarga el acuífero somero, o bien sacas agua desde acuíferos que no tienen buena interconexión con sus vecinos. Si un pozo "se seca", la solución es perforar más profundo, pero eso conlleva a sacar aguas que tienen mucho más tiempo almacenadas. Los tiempos del agua subterránea son lentos, pero sigue siendo un recurso finito. Puede que no llueva en 10 años, pero igual habrá agua subterránea acumulada desde varios cientos o miles de años que si los explotas sin un buen plan de gestión, terminará por agotar el recurso en el nivel donde se extrajo. Nuevamente, si ocurre un agotamiento, deberías perforar más profundo y eso es caro”.
Da la sensación de que este es el camino a seguir como modelo hídrico, pero cuáles son las desventajas? ¿Por qué crees que no se ha hecho?
“Chile explota sus aguas subterráneas, pero su modelo ha sido al revés, otorgamos y luego estudiamos. Eso es una desventaja ya que puedes sobre-otorgar y por ende puedes tener una sobre-explotación del recurso después de un tiempo. Ahora, hay agua subterránea en el país, el problema es la calidad. Entre más profundo perfores, la calidad del agua comenzará a disminuir y el volumen de agua extraída será menor si llegas a la roca fracturada. El agua subterranea trae minerales disueltos y nuestros acuíferos someros, los que se han usado para extraer agua, tienen espesores que son del orden de decenas de metros hasta pocas centenas de metros. Si el agua subterránea en un acuífero somero está en contacto con algún proceso industrial o, por ejemplo, una letrina mal impermeabilizada, ésta arrastrará contaminantes y eso empeorará la calidad del agua. Se requiere importantes recursos para levantar estudios más completos de nuestros acuíferos y con ello conocer la cantidad y calidad del agua que contienen”.
¿Cuáles son los costos de implementarlo?
“El agua superficial es visible y puedes cuantificarlo, por lo que su extracción es más barata que el agua subterránea. El agua subterránea no es cuantificable directamente, por eso la ONU habla de visibilizar lo invisible. Ahora, hacer un pozo de unos 30-45 metros te puede salir unos 4 a 5 millones de pesos, pero está el peligro de no alcanzar niveles saturados, por lo que tendrás que perforar más profundo. Eso es otro ejemplo de la importancia de contar con estudios previos ya que una mala decisión en perforación puede ser costosa”.
Para finalizar, me quedo con la sensación de que hay un tema importante de gestión…
“No solo de gestión, sino que de institucionalización".