En viral se convirtió durante las últimas horas un video que muestra el maltrato que sufrió un conserje del exclusivo condominio Cantagua, en la comuna de Zapallar, región de Valparaíso, por parte de un empresario y propietario.
El registro corresponde al pasado 18 de septiembre y muestra al empresario José Antonio Corral insultando y denigrando al guardia del lugar, quien no habría dejado ingresar a una visita que iba a la casa del hombre.
Aparentemente, el conserje impidió el acceso a la visita porque ella no sabía a qué casa iba y tampoco se informó su llegada, situación que molestó a Corral. Debido a esto, el hombre se dirigió al ingreso y le ordenó al conserje, en duros términos, permitirle el ingreso a la visita.
“Nada me hace llegar a faltar el respeto”
Luego del incidente, el empresario se mostró arrepentido y reconoció su error, entregándole una carta de disculpas a Rodrigo, el conserje quien lleva 15 años trabajando en el condominio.
En conversación con el programa “Mucho Gusto”, matinal de Mega, Corral entregó este jueves su versión de los hechos.
“No tengo mucho que decir. No tengo más explicación, ni ninguna explicación que dar. Más allá de que él lo haya hecho bien o lo haya hecho mal, aquí hay una arrancada de cabras para el cerro, que efectivamente son mi culpa y me hago responsable”, afirmó.
“Más allá de cuál haya sido el protocolo, de cómo haya sido o cómo se haya desarrollado, nada me hace llegar a faltar el respeto y el cuidado que le debo a la gente que trabaja en el condominio Cantagua”, agregó.
Sin embargo, también advirtió que “el video que se viraliza efectivamente está absolutamente parcializado, es bastante más largo. El video parte con la niña y yo no estaba. En ninguna parte aparece lo que Rodrigo, quien lleva 15 años trabajando en la portería de Cantagua, le dice o no le dice a esta niñita que va a mi casa”.
Sobre cómo ocurrieron los hechos, Corral expuso que eran las 23:00 horas y él estaba acostado leyendo un libro, por lo que tuvo que levantarse y dirigirse al ingreso para que dejaran entrar a la joven, a pesar de que ya había solicitado por teléfono que le permitieran el acceso, de acuerdo con su versión.