El petrel buceador o yunco, una pequeña ave marina en peligro de extinción, volvió a reproducirse después de cuatro décadas en el que fuera su mayor hábitat en el mundo, la Isla Chañaral (región de Atacama), en el norte de Chile, según reveló una autoridad ambiental.
A finales de noviembre, los guardaparques observaron al primer polluelo "en al menos 40 años", pero solo hasta ahora terminó el proceso de documentación, explicó la Corporación Nacional Forestal (Conaf) en un comunicado.
Con una longitud de 20 a 24 centímetros, alas anchas, dorso negro, cuello corto y cola casi que imperceptibles, el yunco desapareció de la Isla Chañaral, donde llegaron a habitar hasta 60.000 parejas de esta especie.
Sin embargo, se introdujeron conejos que invadieron los nidos de estas aves.
En 2013 comenzó el proceso de "erradicación" de los mamíferos invasores y en 2019 las autoridades se lanzaron a atraer a yuncos de otros puntos mediante nidos artificiales.
También instalaron parlantes alimentados con energía solar para propagar el sonido de los petreles explicó a la AFP Cristián Rivera, guardaparques de la Conaf.
"Sólo unos días después de que se instalaran los dos sistemas de sonido, los yuncos o petreles comenzaron a llegar a la isla para explorar los alrededores", comentó.
Isla Chañaral y la también Isla de Choros forman parte de la Reserva Nacional Pingüino de Humboldt, una de las zonas más ricas de biodiversidad marina de Chile, que acoge al 80% de la población mundial de pingüinos de Humboldt, también en peligro de extinción.
La primera es un "refugio para las aves que están en problemas de conservación. El yunco reestructura el suelo con las madrigueras que construye, y con eso aporta nutrientes (a través de su defecación) al suelo terrestre", destaca Rivera.
El archipiélago de Humboldt acoge, además, a chungungos, la nutria más pequeña del mundo, lobos de mar y delfines nariz de botella, que nadan entre las algas y cardúmenes de peces.