Juan Carlos Cruz, víctima del sacerdote Fernando Karadima, protagonizó en la visita de del Papa a Chile una fuerte polémica, al ser descalificadas sus denuncias contra Juan Barros por el propio líder de la Iglesia Católica.
Tres meses después la situación dio un vuelco, al ser citado por el propio Francisco hasta su residencia para conocer su testimonio, junto a Juan Andrés Murillos y James Hamilton, lo que provocó la histórica dimisión de los 34 obispos chilenos.
Según narra el propio Cruz, habló con el Papa Francisco durante horas, "como si lo conociera de toda la vida".
"Lo primero que me dijo que 'te quiero pedir perdón a nombre del Papa y de la Iglesia por todo lo que has pasado'", aseguró Cruz a diario El país y que, respecto a lo de las "infamias", Su santidad le dijo que "'te pido perdón por mí, porque fui la causa de esta situación que te causó tanto dolor estos último meses'".
Respecto a los casos de abuso, Juan Carlos finalizó destacando que "era muy importante transmitirle el sufrimiento de tanta gente, explicarle que las víctimas sufren horrores y los obispos se cubren las espaldas. Creo que lo entendió, la carta es muy clara. Creo que pedirle la renuncia a toda una conferencia episcopal es un paso enorme, no lo habíamos visto antes".
Juan Carlos Cruz también habló con Francisco de su homosexualidad, ya que en sus palabras “a él le habían dicho prácticamente que yo era un perverso”, pero relata que el vicario de Pedro le dijo: “Juan Carlos, que tú seas gay no importa. Dios te hizo así y te quiere así y a mí no me importa. El Papa te quiere así, tú tienes que estar feliz con quien tú eres”.