Una manifestación de vendedores ambulantes que reclamaban por la muerte de un joven hace unos días, mientras escapaba de Carabineros, se salió de control y terminó con 18 detenidos y el edificio consistorial de la Municipalidad de Santiago con varios daños.
Todo ocurrió pasadas las 20:30 horas de este martes, cuando los manifestantes se ubicaron en la esquina del Paseo Ahumada con la Alameda, momento en el cual Carabineros los dispersó con bombas lacrimógenas y el carro lanzaguas.
Los desórdenes continuaron por calle Estado llegando a la Plaza de Armas, donde los manifestantes que no se dispersaron, comenzaron a apedrear el edificio construido en 1895 —uno de los más antiguos de la capital— el que terminó con varios vidrios rotos y otros daños menores en su interior.
Por su parte, el alcalde Felipe Alessandri lamentó lo ocurrido y señaló que "esto no me amedrenta, pero los retrata de cuerpo entero (a los ambulantes), nosotros no vamos a bajar los operativos. No tengo recuerdo de que este edificio haya sido violentado como lo fue ayer, hago un llamado a la ciudadanía a que no compre en el comercio ambulante".
En tanto, uno de los dirigentes de los vendedores ambulantes indicó que "los que estuvimos participando tuvimos que salir cuando las fuerzas especiales intervinieron, estuvimos en la esquina del Paseo Ahumada con la Alameda, ahora que haya otras personas, es inevitable, la violencia es derivada de la acción policial que reprime".
