Durante las últimas horas ha comenzado a circular información relacionada a supuestas torturas en la comisaría de Baquedano que funciona al interior de dicha estación del Metro. Según la denuncia, personas habrían sido detenidas y colgadas del techo con amarras e incluso se hablaba de personas fallecidas.
Todo inició con el amparo preventivo presentado por un estudiante, quien denunció haber sido retenido de manera ilegal por personal de Carabineros y llevado a la comisaría anteriormente mencionada. En ese momento, asegura haber visto personas siendo torturadas e incluso a un detenido que pedía auxilio.
¿QUÉ DIJO EL INDH?
El Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) recibió la denuncia a horas de la madrugada por lo que acudieron junto a dos jueces y funcionarios de la Policía de Investigaciones (PDI) para monitorear la situación.
Según indicaron desde la entidad, "se está recabando más información que pueda acreditar o descartar la denuncia recibida". Luego, a través de su Twitter, explicaron que "la PDI no ha determinado si existió o no tortura en la Estación Baquedano del Metro. La labor de determinar si hubo o no delito es del Ministerio Público. INDH evalúa acciones legales a seguir".
Tras la reunión con el Presidente Sebastián Piñera, el director del INDH, Sergio Micco comentó que "recibimos como una grave denuncia de lo que estaba ocurriendo. Concurrimos a ese lugar, al que también llegaron dos jueces y policías de investigaciones".
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Agrega que, "en este momento se está desarrollando la investigación y el INDH está esperando ese resultado", enfatizando que prefiere no hacer más declaraciones sobre el tema hasta que concluya la investigación.
LA VERSIÓN DE LOS JUECES
Daniel Urrutia y Darwin Bratti, desmintieron que existiera un centro de tortura en la estación de Metro Baquedano. Ambos jueces que se constituyeron durante la madrugada en dichas dependencias aseguran que "no vimos detenidos, ni menos indicios que en ese lugar se haya encontrado personas en algún minuto colgando del techo".
En conversación con diario La Tercera, desmienten la teoría que se comenzó a viralizar a través de redes sociales. Al ser consultados, sobre la versión de que fueron precisamente ellos quienes encontraron amarras y sangre en el recinto policial, el juez Daniel Urrutia respondió que "yo le dije a la PDI que levantara dos amarras que había en el suelo y que estaban cortadas. Sangre no encontramos en ninguna parte".
Sobre la repercusión que tomó el caso, en el que son aludidos como testigos de torturas en la comisaría de Baquedano, Urrutia explica que "no nos podemos hacer cargo de lo que se diga en redes sociales", aunque afirma que "tampoco vamos a descartar que lo que dice el denunciante no pueda ser verdad".
Por su parte, su compañero Darwun Bratti indicó que "hay que ser responsables y aclarar que revisamos todo el recinto. Incluso la abogada del INDH iba con una linterna alumbrando los sectores más oscuros y no encontramos indicio alguno de una detención no registrada, en los techos no había nada que diera cuenta de amarras, tampoco sangre".
El lugar cuenta con cámaras de seguridad, las cuales no cubren la zona en que el joven sostuvo que ocurrieron los hechos. Cabe señalar además que la descripción del joven coincide con la disposición del espacio.
Por último, explican que toda persona que vea vulnerados sus derechos puede exigir la presencia de jueces de garantía a través de un amparo preventivo.
