A pesar de ser un asunto universal y cotidiano, la muerte se ha instalado como un tema tabú y poco deseado para conversar. El miedo a lo desconocido de este proceso, muchas veces, ha generado que las sociedades no se planteen ciertos problemas que involucran el deceso de personas, menos aún, de los seres queridos.

De acuerdo a lo consignado en BBC, alrededor de 56 millones de personas fallecieron durante el 2017 en todo el mundo, cifra 10 millones superior a la que se registró en 1990. Sin embargo, una de las principales preocupaciones de este masivo número de muertes es que puede generar un gran impacto en el planeta por los métodos de sepultura.

En este contexto, en Washington DC (Estados Unidos) se aprobó el proyecto de ley que permitirá que los cuerpos humanos sean compostados como alternativa al entierro o la cremación, a través de un proceso que solo en 30 días convierte al cadáver en abono para la tierra.

“Tenemos esta experiencia humana universal de la muerte y la tecnología no ha cambiado lo que hacemos de ninguna manera significativa”, señaló Jamie Pedersen (D), senador estatal que presentó el proyecto de ley aprobado el 19 de abril con apoyo bipartidista. “Hay problemas ambientales significativos” al quemar y enterrar cuerpos, aseguró como principal argumento el congresista estadounidense. 

Nora Menkin, directora de People’s Memorial, organización sin fines de lucro que provee servicios funerarios, señaló que esta opción es más ecológica y “lo que hace es simplemente acelerar el proceso natural de descomposición”.

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"Tenemos toda esta energía que muchas veces es quemada o sellada en ataúdes que podemos utilizar para ayudar a que la vida continúe", agregó.

A pesar que este proceso puede resultar más amigable con el medio ambiente, es una opción costosa. "Ahora mismo puede llegar a costar unos US$5.500 (alrededor de $3.810.000 chilenos). No es un proyecto barato", explicó Menkin.

Sepultura, cremación o nicho: ¿Qué es más amigable para el medio ambiente? 

De acuerdo a la última información proporcionada por el INE, en 2016 hubo un total de 104 mil 26 defunciones en Chile, de las cuales un 52,6 por ciento fueron hombres y 47,3 por ciento mujeres. Esta realidad no dista mucho a lo que está pasando alrededor del mundo, donde la tasa de mortalidad tiene una curva creciente.

Sin embargo, a diferencia de Washington, en nuestro país no se han planteado nuevas formas de tratar los restos que sean más ecológicas y amigables con el medioambiente.

Según lo descrito en el Artículo 29 del Reglamento General de Cementerios del Servicio Nacional de Salud, las sepulturas legales son las que involucran el entierro del cuerpo (en tierra perpetua, temporal o fosa común), la incineración o poner el cadáver en un nicho (temporal o perpetuo).

Para Óscar Inzunza, profesor titular de Anatomía de la Universidad Católica de Chile, la sepultura tradicional es “lo más ecológico”, ya que todo lo demás “implica de alguna manera contaminar”.

“Al cremar tu estás colocando humo y polvo en el ambiente, en cambio que al ser sepultado en la tierra, contaminas eventualmente el área donde estás pero hay un ciclo de microorganismos que están trabajando para descomponer el cuerpo”, expresó a T13.cl el profesor de la PUC.

Por otro lado, el doctor en ciencias biomédicas y docente de la Universidad Central, Manuel Valenzuela Valderrama, tiene una noción negativa de lo que son los métodos legales de sepultura en el país. “Ni la incineración ni el entierro son amigables con el medioambiente”, aseguró el especialista a este medio. 

De acuerdo a lo señalado por Valderrama, la incineración es contaminante ya que “emite partículas de CO2 al medioambiente. Además, el proceso involucra “consumo de combustible” (hay que quemar el cadáver) y las cenizas pueden contener “metales pesados” -incluso- producto de distintas “operaciones”.

“Hay que pensar que hay cientos de miles de personas que mueren en el mundo al año, entonces es un problema grande el hecho de todo el consumo energético y la emisión de gases. Eso es problemático”, exclamó.

Por otra parte, Valenzuela asegura que la sepultura tradicional también es contaminante porque requiere de “biomasa forestal”.

“Para hacer un cajón hay que eliminar un árbol, entonces si estamos pensando en cientos de miles de personas y cientos de miles de cajones al año, esto no es muy amigable para el medioambiente porque estamos eliminando bosques para construir ataúdes y son muchas veces maderas de árboles nativos. Además, hay mucho componentes en los ataúdes que no son degradables, hay muchas fibras sintéticas que no se van a degradar”, agregó.

Lo que se instala como una mejor opción para el experto es el “nicho”. Sin embargo, plantea que debería cambiarse la estructura de este: “A la larga la tierra no aguantaría los miles de millones de personas que morirán en el tiempo, hay que buscar una forma de optimizar el espacio”, indicó.

La comparación

Desde una lógica puramente medioambiental, Juan Pablo Fuentes Espoz, director de Investigación de la Facultad de Ciencias Forestales y de la Conservación de la Naturaleza realizó para T13.cl una comparación entre los tres destinos de un cadáver -legales en Chile-.

La revisión incluye los impactos positivos y negativos que puede tener cada una de estas acciones funerarias. Además, se añadió el proceso de “compostaje humano”, proyecto de ley aprobado en Washington DC.

Destino del cuerpo humano

Aspectos ambientales positivos

Aspectos ambientales negativos

Sepultura tradicional (Considerando contacto del ataúd o cuerpo con el suelo)

El cuerpo en el mediano plazo (años a décadas) se descompone lentamente permitiendo una transformación natural, los restos humanos sirven como fuente de energía a otros seres vivos (bacterias por ejemplo), las cuales convierten parte de los tejidos en compuestos orgánicos poco recalcitrantes. Los nutrientes de los restos humanos son, por ende, reciclados y aprovechados por plantas y otros organismos en la sepultura.

Potencial generación de compuestos orgánicos que pueden ser lixiviados o percolados a las aguas. La materia orgánica generada a partir de los restos humanos queda en la zona de la sepultura (reciclado local).  

Nicho (ataúd no entra en contacto directo con el suelo)

Descomposición es llevada a cabo en un ambiente confinado y relativamente seco. Por ende, no se generan compuestos que pudiesen percolar a napas de agua.

Los restos humanos se descomponen y son biológicamente procesados en un ambiente confinado, por ende, el reciclaje de nutrientes es mínimo. Sólo mayoritariamente el carbono en forma de CO2retorna a la atmósfera.

Cremación

Rápida obtención de elementos químicos nutritivos. De esparcirse las cenizas en el suelo, éstas constituirían una fuente de nutrientes para plantas y otros organismos. No hay generación de compuestos orgánicos.

Retorno abrupto del carbono almacenado en los tejidos a la atmósfera (como CO y CO2). Sólo quedan cenizas que contienen, mayoritariamente, los elementos químicos en sus formas iónicas (Ca2+, Mg2+, K+, etc). Las cenizas, de permanecer confinadas, no siguen el ciclo natural de reciclaje, a no ser que éstas sean dispuestas en el medioambiente.

Generación de compost

Descomposición más acelerada de los tejidos que conlleva a la generación de materia orgánica humificada sólo si se mezcla con tejidos vegetales. Los tejidos humanos preferentemente aportarían elementos fácilmente asimilables tales como nitrógeno. Al ser el compost un compuesto posible de almacenar y transportar, éste puede ser dispuesto en zonas de mayor requerimiento nutricional.

Dado el origen del compost (tejidos humanos), su aporte a la generación de humus es muy limitada. La materia orgánica humificada preferentemente se forma a partir de la descomposición de tejidos vegetales lignificados (con presencia de lignina).

Ataúdes de madera nativa 

El gerente comercial de la Funeraria Iván Martínez, Juan Antonio Solar, explicó que actualmente los ataúdes -o denominados “cofres” en la compañía- que más se venden son los de madera, dejando atrás las construcciones metálicas, esto último, respondiendo al concepto de “ecología y sustentabilidad”.

Ahora las maderas son nativas, “estamos hablando de raulí, cedro, alerce”. Aunque esta alternativa es más costosa, porque debe contar con autorización para su fabricación mediante un certificado del origen de estas piezas “para no afectar los bosques”, señaló.

Pero hay otras alternativas más económicas que son los “cofres” revestidos con un material que se llama “fibromadera” que “no es la madera nativa y que es una madera denominada “terciada”. “Esto es lo más económico que se puede ofrecer en el mercado”, aseguró el gerente comercial de la compañía.

Sin embargo, Juan Antonio explicó que la cremación va creciendo a “tasas gigantes”, mientras que la sepultación va disminuyendo: “La sepultación necesita muchos metros cuadrados de tierra. Mientras que la cremación es una ánfora que debe medir 20 centímetros cuadrados cuadrados”.

Por otro lado, el representante de la compañía reveló que muchas veces el entierro puede ser traumático para los familiares. “Hay muchas personas que llegan a nuestras unidades de duelos y dicen ‘sabe que sueño que mi mamá se está descomponiendo en su sepultura o ella era claustrofóbica’”, declaró Solar.

Cremación en aumento

Desde el Cementerio Parque El Recuerdo, explicaron a T13.cl cuáles son los requisitos para gestionar la autorización de una cremación.

  • Contar con la autorización o pase de sepultación original entregado por el Registro Civil.
  • Fotocopia del Certificado Médico de Defunción del fallecido.
  • Carnet de identidad de la persona fallecida y el carnet de identidad de el o los familiares autorizantes de la cremación. Estos familiares tienen que acreditar el vínculo con el fallecido (certificado de matrimonio, libreta de familia, entre otros).

En este contexto, representantes de la compañía revelaron que hoy en día el porcentaje de familias que optan por presenciar el ingreso es alrededor de un 5% del total de cremaciones.

Luego de la incineración, se coordina con los seres queridos la entrega del ánfora con las cenizas, en “un momento lleno de respeto y recogimiento”. 

Finalmente, la cadena de cementerios señaló que el costo de este proceso varía dependiendo del servicio. 

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